DE PHOCION.
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bia viciado ,
y
debilitado por Ja ociosidad,
Ja pereza ,
y
el uso de los placeres ,
y
por•
que cada Ciudadano, oprimido en su casa
de necesidades inútiles, no tenia patria.
Fué menester que Trasibulo , desterra·
do,
y
fugitivo, ' iniese
á
romper nuestras
cadenas ; pero no Habiéndose conjurado
contra nuestros vicios , como contra nues·
nos tiranos , fuimos incapaces de aprove·
charnos del trastorno , que babia produci·
do su valor. ¿Qué nos servia reprehender
nuestro antiguo Gobierno, quando nues–
tras costumbres viciadas habian relaxado,
y
roto todos sus resortes? ; O Trasibulo,
qué grande seria tu gloria , si por un se–
gundo favor hubieras puesto
á
tu
patria
de modo, que se aprovechase d el primeto
!
Era menester armar
tu
brazo contra nues–
tros vicios ,
y
desarraigarnos nuestros pla·
ceres para hacernos libres.
El último término de los males de la
República es , prosigui6 Phocion , quando
los Ciudadan<>S se han iamiliarizado con la
afrenta;
y
estando tranquilos, aunque cu–
biertos de ignominia, no les parece la glo–
~ia
mas que una vana quimera. ¿Una Fi–
losofia criminal hace que se mire con lás–
tima un héroe,
y
un hombre de bien
?
Contad , pues , Aristias , con que todo se
ha perdido.
o sed en ad ]ante agitada la
Re-