DE PHOC!ON.
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R eyes de Persia? ¿Y qué seria si en favor de
un concurso feliz de extraordinarias circuns–
t ancías , sobre las quales jamas se ha de con–
tar, no la hubieran dispuesto otras causas
á
dexarse guiar ciegamente por un Miltia–
des (
1) ,
ún T et¡1isrocles , y otrps semejan·
tes, conservandol:!n un Pueblo
de
Artesanos
el antiguo amor á la gloria , y
á
la libertad
1
Quando estas causas extrañas para nuestra
constitucion, debilitándose poco á poco, ce- .
saron de influir sobre r¡uestras costumbres,
F 3
y
(1)
Esto es lo que
h.1CC decir
á
T ucydides,
t;b.
z. cap.
t
t.
que aunque el Gobierno de Athenas
fué
Democritico por de–
recho, se acercaba en su modo de proceder al Monárquico:
supuesto que el mayor hombre tenia
3.llí
toda
l:'t
autoridad ,
y
parecia ser el depositario de
Ja
voluntad de
iodos
los Ciudada–
nos, hubiera caido la República en los daños
á
que es1aba ex–
puesta despucs de haberse librado de 13 tirania de los hijos de
Pisistrato, si por casualídacl no hubiera tenido entonces un
Mihiades, cuyos extraordin3rios talentos le hicieron
1riunfac
de los Persas en i\lfarathon. A este grande hombre sucedieron
Aristides, Temisux:les, y Cimon, que por sus luces, talentos,
y
grandes acciones , merecieron
13
confi:m2a de los Athenien–
ses, y los elevaron,
á
pes:tr de los caprichos de
la
Democra–
CÍ3 ,
á
pensar como ellos. Pericles, que tenia otra tanta cien–
cia,
pero le faltaba
13
bondad,
fué
el último Atheniense, que
go26 en su pa1ria este crédito, que se podia llamar Monár–
quico.~'
Estos, dice Tucydidcs , que despues de su muerte .as–
" piraron
al
Gobierno, eran todos iguales en
el
mérito
por
'-us
"talentos mas que regulares, y competidores en dignidad.
,,Procurando deslucirse unos
á
otros
para
alcanzar
el
primu:
::~~~~/ ~:s~e~~;d~t~ ;uad~~~~ii~~~ D!r~~~~ ~eª~?~1~~¡ !~~;
HOlros males
13
empresa de Sicilia, que no se
perdi~rnn10
por
,,13 falta de los que alll estaban emple:idos, como por di!fecto
,,,de los que les emplearon, quienes se desafiaban en Athenas
,,por lo$tar el mando. Asi entibiaron el ardor del campo por
,,su div1sion, y causaron finalmente la sedicioo en
la
Ciudad."
Es uaduccion de Ablancourt.