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E':ITRETENIMIENTOS
Fatigado nuestro Solon de los motines,
y
sediciones , que excitaba la ociosidad del
Pneblo entre nosotros , hizo leyes para ha–
cer amable
el
trabajo. Un padre , que no ba–
pia hecho aprender algun oficio
á
su hijo,
no podía sacar en su vejez el menor socorro
de él. ¡Absurda ley! Porqlle es contraria
á
las obligaciones eternas, é inviolables de la
naturaleza,
y
que no atraerá un buen Ciu–
dadano á su patria, enseñándole
á
que falte
al debido paternal reconocimiento. Se obli–
gó
á
todo Ciudadano á dar cuenta de sus
ocupaciones en el Areopago, encargado de
castigar la pereza. ¡A qué se dirigia esta
gran Política? Escogiendo cada uno
á
su gus–
to sus ocupaciones, que debia arreglar la
ley , todos nos hicimos trabajadores , Tinto–
reros, Z apateros, Albañiles, Mariscales,
Revendedores, &c. Esto es Jo que afirma,
y
lo que forma el fondo de nuestras Asam–
bleas en la plaza pública.
Libres nuestros Ciudadanos de
la
ociosi–
dad, y dedicados á oficios baxos,
y
serviles,
que Licurgo habia permitido únicamente
á
los Hilotes, debian tomar sus costumbres.
¡Qué hubiera sido entonces de Ja Repúbli–
ca? ¡Hubieran sido Marathon,
y
Salamina
testigos del valor ,
y
la gloria de nuestros
padres? ¡No estaría hoy gobernada toda
Ja
Grecia por algun soberbio Sátrapa de los
Re-