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ria, desde que nare es sometido á infinitas ce–
remonias
y
ritualidades que tienen por objeto
prepararlo progresivamente para los dive:sos
grados de la iniciación. El
J'~ugmt,
el más, il_us–
tre sacerdote del tercer y último
gra.do,01v1cla
completamente las cosas del munuo; no debe
llevar ' 'estidos-lo que sianitlca que ha recha-
•
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zado hasta el último lazo que lo unía á la tie-
rra--; se abstendrá de tocio comercio carnal
y
de todo
bi ~ n
terrestre. Cuando
el
yougou ten–
ga hambre se presentará ante las
gente~,
sin de–
cir nada
y
sin exponer sus necesidades . Si se
le da alguna cosa de buena. voluntad la recibi–
rá con un aire indiferente
y
sin agradecerla; si
no se la cian, se retirará sin· mortificarse ni ma–
nifestar su disgusto; no se quejará si se la dan
con mal modo.
ce
Verá á tocios los hombres de
igual manera, se pondrá encima de tocios los
acontecimientos,
y
verá, con la más perfecta
indiferencia, las diversas revoluciones que agir
tan el mundo
y
destruyen los linperios.»
En los grados superiores
el
poder de los ini–
ciados no varía sino de más á menos. El tiem–
po, el espacio, la gravedad, la vicia misma no
son nada para ellos; gozan de la facultad de de–
jar su envoltura corporal
y
de volverla á tomar,
gobiernan
á
los tlementos, transportan las nwn–
tañas
y
secan los rios. El yougou de las evoca–
caciones dispone
cid
fuego, de la
lluv.ia,de las
tempestades; conoce el pasado, el presente
y
el
porvenir; los astros le
obeder.en,y,
armado de
su bastón de siete nudos, puede encerrar, en
un solo círculo mágico, todos los espíritus ma–
los del universo. (Agrouchada-Parikchai).