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pu eda alcanza r e l grado de la perfección
obli~
g-a to ri a, para abandonar, por siempre, la forma
hu man a.
Bosquejada así la filo so fta
india, ta l cual la
exp li ca un a de !as primeras
a utorid a~l es
e n es–
ta mate ri a (
l ),
im porta, si n emba rgo, advertir
qu e es ta ciencia admirable pertenece sólo
á
un
red ucido número de iniciados: la creencia del
vulgo es fe tiqu ismo
gros~ro .
Complem~nto
del desarro ll o de la filosofía
india es e l Budhismo, doctri na en
la que la
crítica principa lme nte debe es tudiar su aspec–
to mora l. Boudha, el mist e ri oso Sakia- Muní,
..comba ti ó el régime n d e castas, hac ie ndo la ca–
li dad de Brah.n a, que era he red itaria entre los
sace rd o tes, accesible
á
todo hombre vir tuoso;
levantó
á
la muj e r, con side rada como objeto
prostituido de me ra concupiscencia por los Bra–
ha ma nes; predicó un a cari.dad unive rsal, en
vez de l ego ísmo qu e pesaba sobre la soci edad
in diél; ree mplazó el cu lto sa ng uin a rio por una
adoración d ulce
y
tranquila, sie ndo uno de los
med ios ele lavar la culpa, la confesió n ;
y
la ve r–
dad de su e nse ña nza la fun daba e n profecías
y
mil agros . Según la doctrina búdica, e l mun–
do es una ilusión
(na1
1
a)
pu es to que ningún
fenómeno tiene s ubsta ncia prop ia. El fi n de
hombre se ha lla en la
Nirvana ,
término ambi–
guo, que, e n med io d e su vaguedad, significa
e l pe rfec to re poso ó destrucci ó n de la perso–
na1i dad individu a l, absorta e n la conte mplación
de la Fuerza Suprema. Las metempsícosis,
(r) Luis Jacolliot: Le Spiritisme dans le monde, 1875.