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I
O-LORJA.
67
ciaba,
á
la
metropoIltana de S.,
y
recibiera
~l
cnpelo.
'Nosotro~
lo ignoramos
y
cerramos
los
oídos
á
los
chis~es
capitulares.
'-- .
Sólo sabemos
que
D•.Angel
era
arnado
CQl1
deIlrio por sus 'diocesanos,
lo
lnismo '
que
por-
sus compatriotas los
de
:ficób~'iga. ;
que
su
co- .
~
.
1~3z6n
estaba litnpio
de
ambiciones; que
~i
to–
mapa
con
calor la
perversidad
de
los tiempos,
era
sólo aten_diendo
á
lo espiritual.. Gran-/ca":'
'riflo tenía
á
Rafael o,el
Ho_rro,
joven espada .
de tu
Iglesia,
dipu-tado, una especie de npós-
,
-
t.olláico,
defensor enérgico
del
catoliciEmo
'y
.
-
de
los
derechos
de la
Igles~u.
Sin
elubargo,
cnando
por el
tren le
habló el ardiente joven
del negocio de
la elección,
Su
Ilustrísima
le
dijo:
-e
Creo
que
mis paisanos
le
votarán
á
usted;.
porque son buenos católicos,
y '
-darán füerza .
á
los
defensores
de la .
Fe;
pero no
me
pida
. usted que les hable de este
negocio.
Allá
8e
I
las
entienda con
su
amigo
D.
Silvestre, que ,.
es, según
dicen,
un
águila
para esto
de
ele~
..
ciones,
pues
las
que él ha dirigido
dejaron
fa-
ma en todo
el
país.5
.
'
Este
fué un punto en
,que ni el
mismo
doc–
tor
Seclc ll0,
con
ser
le
petit
Antonelli,
pudo
bacer
variar
la
iuquebruntable
resolución
d~l
Prelado.
Tampoco
lniso
éste intervellir en
,
1 •