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B. PÉREZ
GALD6 s
talento, se habría dirigido
á
tí
Y te habría
mareado la cabeza con boberías de Dovela,
contrarias
á
la ' lnoral
cris tia~a
y .
que, aun
cuandn los fines sean buenos, dejan siempre
- "
germen de vicio
y
concupiscencia
en
el alma..
Cuerdo, sensato,
hones.to, respetuoso contigp
y
con nosotros,
se
ha abstenido de demostrar
I
ciones apasionadas. En Madrid ,
y .
aquí mismo,
me ha
.confesado que siente hacia
tí
una
aft .
ción purísimá y santa, y que se considerará
(e
liz si le das el ·nombre de
esposo.~
Gloria, más
incapaz entonces que n unca de
pron unciar una palabra, trazaba ·con la punta
de la sombrilla rayas horizontales sobre el piso
de aren-a.
«Si fuese preciso enumerarte los méritos 'de .–
Rafael,
hija
mía~agregó
D.
Juan ,- te diría
. que entre todas las personas que conozco, no '-
/ hay
ninguna que
más me
cautive por
la
va–
lentía de
s~s
convicci<?nes, por
el
entusiasmo
con
que
ha
consagrado su juventud
á
la de-
~
fens.a de una causa perseguida por los malos,·
por su honradez, laboriosidad
y
formalidad,
prendas todas qua no suelen ser adorno
de
los
jóvenes,
sino
ae hombres sesudos y maduros,
ya
templados
y
h echos
á
la
vi9B-por
el
tr4ba- '
jar
de
IQS
afios.» .
. _
----
Gloria,
después
que
trazó sobre
la
arena
re-
,
,