I
GLORIA.
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gular número de lineas horizontales paralelas,
empezó
á
trazar útras pérpendiculares, que for-
.
.
maban enrejado con las ·pritneras. .
. cEn
este último período, Rafael ha con..
quistado la adlniración y la gratitud ,de todos
los que vivimos perseguidos. Su taien'to y su
valor para luchar
~oIo
contra los verdugos de
la Iglesia me
han
recordado aÍ gran
J
ndas
Maca1)eo~
sólo que aquél trabajaba con la es ..
pada
y
éste con la lengua
y
la pluma.
Admi–
rables triunfos le debe la Iglesia 'en sus rela–
ciones temporales, gratitud et.erna los pobres .
ecleslásticos persegüidos, que no pueden ir
á
defeilder~e
á
Jos antros de herejía ni subir
á
la cátedra de las
blasfemias~
Pero como la ,
verdad necesita órganos en todas las esferas,
en la de estas mundanales luchas tiene la Igle–
sia buen l?-úmero de piadosos seglares que la
defienden, la amparan
y
son un valladar
fir–
me contra las amenazas de los
i~píos.
1
-¡Una caterva de pícarosl-dijo Gloria,
l
que encontrando al fin coyuntura
á
propósit.o
I
para decir algo, no quiso dejarla pasar.
-Tal vez en su conciencia no sean tan ma–
los como dicen-indicó. D.
J
uan;-pero ello
es que Rafael sabe entenderles... ¡Pobre jo–
venl Cuando me reveló,
re~petuosamente
por
supuesto, la
ca~ta
afición
-que le has inspir.ado,
•
-