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,
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B. PÉRBZ
SALDOS
~
sitio,: miró
á
sus esp'esuras, cualquiera-habría
',creído"que alguna persóna la aguarda6a
allí;
'pero no habla nadie. El bosquecillo estaba en–
ter~m~ente
solo. Después acercóse
á
~·á
verja"y
por (entre los hU.ecos que
~ejaba
á
trechos ' el
foílaje de la madreselva, miró hacia
el
caminó
J
con los , ojos fijos y el semblante páliclo: sus
."
-
.
grandes pestatlas aleteaban como 'mariposas
.uegrQ,s ju'ga/ndo en la
luz. ¡Ahl
Cualquier~
que
en
ttll actitud la hubiese visto
y
observas'e cou
cuanto interés explora,ban ,sus : ojos el
cÍtmi–
no',
ya
en
dirección
á
la playa, ya en direc–
ción
á
las'
montafi~s,
habría creído que es-
L
peraba
á
·una"
pe~rs,ona .
Sin emhargi)., podemos; ,
, jurs"rIQ
y
lo .jur,amos: por allí no pasó jamás'-,
-nadíe que
iu
t~resase
t\>su
cor~~ón. '~
Luego 's'ubió
á
su cuarto
y
se puso
á
tra'b,a–
" jalo en Una obra de'_ aguja. S-eguia.
medit~ndo;
,
-
.
\
,
, _pero los. soniQ-os
m'tls Ílisignificantes
la
~acían
volver súhita.mente la cabeza.
A
vecas
el
caer
de 'una hoja, las pis'adas del jardinero áóbrp
Ja -
-aréna.
el
'ruido"de las huecas
rega~éras~e
la:' .
tón al -ser
'puest~s
vacías en el suelo, eJ, surti-
.
' 1
~
dor -que caía en
la
pila lleoa
d~
,agua con pe--
/
cecillos encarnadps, el
arr~llo
de las .palomas
en lo alto del granero de la casa vieja. él
eil- –
bar lejano de un vapor zarpando de la
rf-a,
im- '
preSIonaban su oído 'tan enérgicamente, cual ':
/
(