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.p.ero· no pudo
s~straerse
,á .
un
razona;-
miento que le
anQna~ó: .
.-
.---
«.¡Mi
padrel.-..
No:
~esde '
que adopte'
esta
re–
solución,
ya.
.no
tengo padre, ' ni
madre,
ni
amigo~! ~. · , No
qtliero pensar en su enojo, en
sü
soledad. En
mi
f~milia
·se
llor~
al
~ijo
muerto; .
pero al renegado'...
al
renega:do se le mirará
como si .no hubiera ·na,cido.
L~
imagen de
mi
madre, que es. personificación sublime de la
,consecuencia
israelita,
me
abruma "más que
mil
razonamientos incentestables..
~
¡Mi madre,
"
.
,
de cuyos brazos
esc~pé
en sile.ncio .para venir
aqui; , ini madre,. que
h~
de venir
en
m~
segui–
mien
to para
detenerme; esa
'~l1jer
que adora
en
mí
el orgullo de
su
raza, y que morirá
de–
seguto
cuand~
sepa ...
!
No.,- no mil 'veces; esto
no puede ser, no será•.. ¡Si es imposible, . si es
como beberse, toda esa agua que ·tengo delan-
-t.e',
si es
como decirle
á
la marea:
eno
subas
más! •.. "
¡Oh,
Dios
mío!
¿por qué me criaste,
si
sabias que había de llega'r esta hora?–
Levantóse frenético, y a.gitando los brazos,
vuelta la: cara
hagia
el cielo, gritó desafol'ada–
m ente:
. e
¡Oh, Sefior., Sef1of;
yo
digo que tu obra
no
está bien asíl»
Avanzaba. el d ía considerable1Il:ente sin que
él lo notase,
y
las
risu~ílas
horas de la mafia-