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'GLORIA
"
,
'za
ó
como un tesoro robado!' .. ¡Pénsar que con
una palabra 'puedo cans'ar tan grandes bienes, -
y
que esta palabra no puede decirse!. .. Pues ,
se dirá. TengD por corazón una piedra; no soy . '
hombre
si
no pronuncio
es~ pala~ra.
80y
un
'miserable~
merezco ser perseguido ' eternamen-. , ,
.>
te por mi
concienc~a
y
no
~ener
un solo día de
paz si consiento tan gran desdicha: ]a pobre .
madre
atormentada~
el niílo encubiel'to 'y con:"
fiado '
á
manos mercenarias ...
»
Detúvose
~n
'instante. Su pensamiento, dan–
do una vuelta, le ' mostró otro hemisferio;
y
dijo entonces:
c¿Pero qué es lo que debo
hacer~
¿Qué debo
decir? Una palabra que es la apostasía infame
de mi religión, el desprecio de Dios, en :cuya
santa idea crecí
y
crecieron
~ntes
mis honra-
-dos padres,
y
antes mis abuelos,
y
del mismo
modo las genera<?ioues remotas, hasta llegar
á
los que fueron elegidos para recibir la Ley di–
rectamente del mismo Dios
y
enseílarla
á
todo'
el mundo. ¿Puede caber en mi cabeza la idea
de negar
á
Dios, y negarle para abr-azar otra
fe? ..
IY
qué fel. ..
¡la
de un falso profeta,
la
del
N
azareno, en cuyo nombre hemos sido disper–
.sos, perseguidos" quemados
é
injuriados por
espacio de diez
y
ocho
~jglosl.
..
Y
yo he de
lle–
gar al Nazareno
y
decirle:
e
aquí
me tienes
á
4'