q,LORJA.
199
ona
aberración' del sentimiento religioso. Pero
a
ti,
que has caído en la ignominia,
á
tí
que
- no te hallas atada
tí
ningún varón por los la–
zos, del SacraDlento,
ti tí
que has sido madre
por tu escandaloso
y
sacrílego amor, te d,igo,
si, te digo. mil veces:
' c
R~nuncia
á,
tu hijo, no '
,por dureza de sentimiento.s, sirio po.r
p~niten.
cia; no.
co.modesnaturaliza~ión,
sino como
castigo.. Has co.metido. gravísima falta, has
ofendido.
á
tu Dio.s. Pues o.frécele el único de–
leite que existe en tu corazón: el cariño ma–
tet'nal. .. -¿Ese carifio te sirve
d~
co.nsuelo.? Pues
no tienes derecho
á
co.nsuelo ninguno... ¿Quie–
res ser redimida? Pues no. hav redención sin
-
~
pasión, sin cruz... ¿Ado.ras
á
ese niño. infeliz
que no. - debió haber nacido.? Pues sacrifica
á
Dios este sentimiento.•. Necesitas h'remisible–
mente una cruz, pero. una cruz pesada, po.rque
tu culpa ha sido. eno.rme. Pues bien:
to.maesa
que tu 'mismo. Diós te pro.pone,
tóma.lay
auda
co.n eBa... La maternidad
po.dl'ía
\hac,ert~
feliz,
y
tú,
si quieres salvarte, no. debes 'ser feliz
,de :
ningún modo.. Si para
ti
no. debe haber ya más
que penas, ¿po.r qué te, apegas
á
los go.ces? .
Mientras más no.ble es el sentimiento que te •
deleitA., más grande será el mérito. de tu sacri .
fic io. , po.rque se ha dicho.:
e
Y cualquiera que
dej are casas
ó
hermano.s
ó
padres ó hijo.s po.r -