

II Congreso Nacional de Lectura
y
Escritura
familia, pero nose puede hacer responsable de todo lo que
sucede fuera de ella. Si en un hogar se compra un artefacto
electrodomestico y es malogrado rapidamente porque no se
leyeron las instrucciones del manual, tSe puede culpar de esto
a la escuela?, tla escuela puede sentirse culpable si un medico
se desactualiza porque no tiene el habito de leer artfculos de
su especialidad? tla escuela puede hacerse responsable de
que una comunidad no tenga un solo letrero para leer? Claro
que tiene parte de
responsabilidad~
pero no podemos caer en
la ingenuidad de pensar que la escuela es la panacea universal
para contrarrestar todos los males.
Varias instituciones educativas estan haciendo un esfuerzo
sin precedentes por promover el habito de la lectura, incluso
antes de que el Ministerio de Educaci6n dispusiera la
implementaci6n del Plan Lector, y lo estan haciendo muy bien,
sin presiones ni restricciones de ningun tipo y, lo mas
importante, en forma concertada con todos los integr.antes de
la comunidad educativa. Y en esto radica precisamente la
riqueza de un plan para promover la lectura: un proyecto de
largo aliento que involucre a estudiantes, docentes y padres
de familia.
Sin embargo, es necesario un mayor esfuerzo para que la
escuela cumpla con su parte de responsabilidad. Se requiere,
por ejemplo, que el Plan Lector sea institucional, que no lean
solo los estudiantes, sino que los docentes tambien seleccionen
las. lecturas que real izaran. De igual modo, debe suceder con
los padres de familia. De este modo se puede ir generando un
ambiente lector que estimule el acercamiento al libro. El Plan
Lector es mas que una relaci6n de libros, es un compromiso
organizado y compartido. lmplica conocer los intereses y
motivaciones de estudiantes y docentes, pues solo asf se podra
seleccionar las lecturas que resulten mas atractivas.
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