II Congreso Nacional de Lectura y Escritura
La familia es, entonces, un espacio que tambien se debe
considerar en una movilizaci6n por la lectura para que los
padres comprendan su real importancia y se sientan motivados
a practicarla y promoverla. En este sentido, hay experiencias
interesantes que involucran a la familia en estos prop6sitos.
Existen, por ejemplo, las bibliotecas familiares, dirigidas a
niiios menores de 14 aiios, cuyo objetivo es acercarlos a la
lectura de la mano de sus padres. Estos espacios ambientados
especialmente para atender a ese grupo etario, complementan
las actividades de lectura con capacitaci6n a los padres de
familia y con actividades distendidas, muy cercanas al juego
para captar la atenci6n de los niiios. Chile acaba de lanzar su
campaiia «Maletfn literario», que entre 2008 y 2010
beneficiara a 400 000 mil familias de escasos recursos.
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El
Ministerio de Educaci6n de Venezuela, a traves de la Zona
Educativa del Estado de Nueva Esparta, como parte del
Programa Nacional de Lectura, ha distribuido 4 000 bibliotecas
familiares entre alumnos egresados del sexto grado de los
planteles publicos y privados.
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En esta misma direcci6n, los centros cfvicos del Ayuntamiento
de Burgos en Espana tienen bibliotecas familiares y, dentro
de ellas, las bebetecas, espacios en los que los niiios y los
adultos comparten actividades en torno a la lectura.
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Cuba
tambien tiene su Programa de Bibliotecas Familiares. Esto es
asf, pues se ha comprendido que toda movilizaci6n por la
lectura debe involucrar necesariamente a la familia y a la
comunidad. La escuela sola puede hacer algo al respecto,
pero mientras el problema nose aborde en forma integral los
resultados no seran significativos.
En este mismo sentido tiene que participar la comunidad,
generando espacios de lectura libre y recreativa, en los que