Table of Contents Table of Contents
Previous Page  183 / 246 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 183 / 246 Next Page
Page Background

lo Indio por el Oeste.

iC6mo definir la mundializa–

ci6n iberica? Cabe partir de

su base polftica y din6stica: la

Monarqufa cat61ica. La Mo–

narqufa cat61ica designaba el

conjunto de reinos agrupados

bajo el poder del rey Felipe II a

partir de

1580,

cuando la union

de las dos coronas anadi6 a las

posesiones de Carlos

V,

Portu–

gal y su imperio ultramarino. La

Monarqufa cubrfa un espacio

que reunfa varios continentes,

aproximaba o conectaba for–

mas variadas de gobierno, de

explotaci6n econ6mica y de or–

ganizaci6n social , confrontaba ,

de manera a veces bastante

brutal, tradiciones religiosas to–

talmente distintas. La Monarqufa

cat61ica fue el teatro de inte-

Joyos de lo Biblioteco

LA VIRGEN Y LAS DOS TORRES.

fa

HISTORIADOR Y LA MUNDIALIZACl6N

racciones planetarias entre el

cristianismo, el Islam y lo que los

lbericos llamaban c<idolatrfasn,

una manera un tanto rudimen–

taria de designar los cultos ame–

rindios, los cultos africanos y las

grandes religiones de Asia. En el

seno de este espacio interconti–

nental, instituciones y pr6cticas

oriundas de Europa chocaron

con instituciones y pr6cticas

oriundas de otros continentes .

Allf observamos una serie de

fen6menos que estudie en

Les

quatre parties

du

monde:

la di–

lataci6n del espacio europeo

que represent6 una profunda

mutaci6n de escala para la

cristiandad latina , una com–

presi6n sin precedente de las

distancias, el choque repetido

de las memorias y de las "tem–

poralidades.2En otros terminos,

se inici6 un proceso de «movili–

zaci6n» (P. Sloterdijk) de los se–

res, de las cosas, de las ideas y

de las creencias que continua

hasta nuestros dfas. En los con–

fines de la Monarqufa cat61ica ,

los lbericos experimentaron, a

escala planetaria y de manera

sincr6nica, el contacto y el en–

frentamiento con las mayores

civilizaciones del globo, o sea

con una serie casi ilimitada de

diferencias y alteridades, a ve–

ces controlables y dominadas,

a veces totalmente alergicas a

la presencia iberica : contactos

y enfrentamientos entre los rei–

nos africanos, los imperios isl6-

micos, las sociedades indfgenas

175