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SERGE G RUZINSKI

.

'

iC6mo definir lo mundiolizoci6n iberico?

se

pregunto Gruzinski

en este ensoyo. Tres con–

cep tos

capita/es,

en

esto estompo: religion,

constoncio,

ya/go que podrfomos

en

tender

coma fortolezo. i Los instituciones?

tan excepcional como masiva

a un acontecimiento mundial

y mundializado .

La colisi6n de estos tres ele–

mentos -el Islam, el Nuevo

Mundo , el mundo iberico–

plantea preguntas que el es–

pecialista no puede pasar por

174

alto y que invitan a considerar

el proceso de mundializaci6n

en su contexto hist6rico. Fol–

ta tiempo para recordar otras

experiencias contempor6neas

que me instigaron a releer fuen–

tes hist6ricas que me son bas–

tante familiares, pero que pare–

cen tener poco en comun con

nuestro presente. Pienso, entre

muchas otras cosas, en las im6-

genes mesi6nicas y milenaristas

que Hollywood no deja de di–

fundir en todas las pantallas del

planeta , orquestando la pla–

netarizaci6n de un imaginario

bastante inquietante cuando

se le examina de cerca.

1

Movilizaci6n

y

mundializacion iberica

La cuesti6n del Islam, las ob–

sesiones mesi6nicas, la fuerza

mantenida, el dinamismo sim–

b61ico conservado por un ca–

tolicismo mestizado no pueden

dejar indiferente al especialis–

ta del siglo XVI. No me parece

que el historiador pueda expli–

car el presente con el pasado,

pero estoy convencido de que

una cierta familiaridad con el

pasado, hasta con un pasado

aparentemente remoto, permi–

te ubicar ciertos acontecimien–

tos actuales en una perspecti–

va que escapa habitualmente

a los especialistas del perfodo

y de las sociedades contem–

por6neas. Cada cientffico dis–

pone de un laboratorio propio:

el mfo consiste en los espacios

reunidos al final del siglo XVI

bajo la dominaci6n iberica y

que fueron el teatro de la mun–

dializaci6n iberica, la primera

mundializaci6n de origen eu–

ropeo. lnsisto sabre el termino

iberico y no espanol ya que se

me hace que perdemos mucho

de la substancia

y

de la din6mi–

ca de este pasado si seguimos

separando el mundo castellano

del mundo portugues, o sea la

America espanola de la Ame–

rica portuguesa .

Joyas de la Biblioteco