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ABLO M ACERA

Los grandes coleccionistos guordobon

en

sus bibliotecos las mismos Nebrijos, So/6rzonos,

Breviorios

y

Quijotes.

burocracia colonial superaron

en algo, es cierto, pero no en

mucho, a las pauperrimas co–

lecciones de Jauregui y de

Belaunde; las mejores pasaron

de los doscientos o trescientos

volumenes .

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Podrfa agregarse la de don

Joaquin Jose de Arrese que no

llegaba a ciento cincuenta libros

la del Mayorazgo de Maldonado

don Andres Salazar y Robles, con

noventa y cinco volumenes en–

tre los que habfa la

Historia

Na-

tural

de Bufton; tftulos de Feijoo,

Fray Luis de Granada y Alonso

de Ercilla.

Si no obstante estos hechos

Lima fue durante el siglo XVIII ,

como queda dicho, uno de los

centros bibliograficos y cultura–

les mas activos del continente,

se debio a un pequeno grupo

de medicos, juristas, clerigos y

hombres de letras, que hicieron

de la inteligencia si no una pro–

fesion al menos actividad casi

cotidiana . En las bibliotecas de

algunos de ellos (Pedro Bravo

de Castilla , Gaspar Perez de

Urquiza, Tomas de Querejazu,

Esteban Jose Gallegos, Miguel

Saez, etc.) fue, sin duda, lo que

penso Llano Zapata cuando cre–

yo posible fundar en Lima una

Biblioteca Publica que, como

todas sus propuestas, no paso

del papel. Todas esas grandes

colecciones se hicieron a costa

de gastos enormes para la epo–

ca . La del doctor Cosme Bueno

justipreciada por don Hipolito

Unanue valio en 1798, mil sete–

cientos ochenta y ocho pesos;

los mil ciento noventa y un libros

del Oidor Echeverz ((reconocidos

por personas inteligentes» fueron

comprados por el Marques de

Sototlorido en mil ochocientos

pesos. Y asf otros. Dichas canti–

dades, desde luego, no repre–

sentaban el valor original de las

obras, que para lo efectos de la

tasacion se castigaban como

de segunda mono.

Entre las mejores bibliotecas

de esta epoca estuvieron, fuera

de la ya mencionada de Cosme

Bueno, las de Miguel Nunez

y

Rojas, que cita Mendiburu, la de

Don Gaspar de la Fuente (1824)

Joyas de la Biblioteca