BIBLIOTECAS PERUANAS DEL SIGLO XVIII
A
las obros de cultura trodicional se
sumaban
obras de especializoci6n, escogidas de acuerdo
con
el oficio
o
preferencia inte/ectua /es.
Es el
caso
de Hipolito Unanue, medico, ilustrodo, firma
en El Mercurio Peruano como
«arisfO)), diversos temos. Su «Idea general
de/
Peru" es el primer panfleto
aunque
velado, de patriotismo. Ero tambien estadista. Aquf un proyecto de nuevo pante6n. No quiso
que
to nombroron Marques. Ero
uno
de tos pocos criollos
que
entendfa de hacienda, y fue el primer ministro de/ ramo, en 1821 .
rosas fueron las jesuitas. Quiz6s
exagerase el Oidor Domingo
Orrantia al calcular en treinta
y cinco mil los libros del cole–
gio limeno de San Pablo, pero
en general , las cifras, aunque
inferiores, demuestran el celo
bibliogr6fico de la Companfa .
En el momenta de la expulsion
el noviciado limeno contaba
con mas de cuatro mil libros, el
Joyas de la Biblioteca
Colegio de Arequipa con tres
mil setecientos veinte y cuatro
y la casa de Trujillo con cerca
de dos mil. (De la del Cuzco no
podemos juzgar porque el fndi–
ce publicado en
1938
incluye
indudablemente libros de otra
procedencia, impresos en fe–
chas
- 1817, 1822, 1833-
muy
posteriores a la expulsion de la
Companfa}.
Muchas de estas bibliotecas
fueron destruidas por la polilla
y las lluvias, abandonadas por
sus duenos y rotas sus libros o
estanterfas . Cuando en
1816
el gobernador eclesi6stico del
Cusco don Antonio Bustamante
visito el Colegio de San Antonio
encontro su biblioteca casi en
los suelos. El fndice de las obras
que habfa sido encargado al
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