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A estas deficiencias se ana–
dfa la desorganizaci6n . Los
libros eran colocados en las
estanterfas muchas veces con–
fusamente, sin criteria alguno
de clasificaci6n . La bibliograffa
tal como entonces era ya co–
nocida en Europa, no fue culti–
vada en el Peru durante el siglo
XVIII.
Se le despreciaba con fre–
cuencia , calific6ndola como
lo hizo un an6nimo limeno de
mediados de ese siglo de mero
<<arte de memoria o ciencia de
rotulos». «Los bibliografos Senor
Don Mariano, deda el mismo
texto, son como los geografos,
que describen a las Chinas, las
Tartarias y las Noruegas y Ame–
ricas que jam6s hon visto, con–
tando con la fe de otros que
tambien dicen que las vieron , y
asf se encuentran a coda paso
a tantos yerros en las demar–
caciones, como en las listas de
tales dichas Bibliotecas».
Esta parece haber sido la opi–
nion predominante en Lima du–
rante toda la epoca colonial ,
pues pocos asomos y conatos
de bibliograffa y de bibliografos ·
pueden ser mencionados. El
f
n–
dice de autores que para la Uni–
versidad de San Marcos preparo
Mariano Narciso de Aragon fue
uno de ellos. Yentre los escasfsi–
mos restantes, el Cat61ogo que
de la misma Biblioteca inicio el
padre Cisneros y termino despues
el franciscano Sanchez, a quien
Cisneros elogio par sus «grandes
luces bibliograficas»: asf como las
obras de Jose Gregorio Paredes
(un Catalogo tambien de San
Marcos que conocio Jose Toribo
Polo) y de Fray Domingo de las
Rios quien durante el provinciala–
to del padre Corchado organizo
Joyas de la Biblio tec a
BIBLIOTECAS PERUANAS DEL SIGLO XVIII
la biblioteca del convento de
San Francisco.
De las demos ciudades pe–
rua nas el (mico proyecto bi–
bliografico conocido fue el del
Obispo Chavez de la Rosa para
el Seminario Conciliar de San
Jeronimo de Arequipa . Chavez
poseyo una riqufsima biblioteca
particular de la cual existe un
inventario de
1785
y fue apasio–
nado lector y coleccionista de
libros. En resguardo de los que
debfan de constituir la bibliote–
ca de su Seminario arequipeno
redact6 el tftulo IX de sus Re–
glamentos impresos en
1808,
regularizando los prestamos de
libros a domicilio y ordenando
la preparacion de un
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fabetico de Autores.
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d
,
·e.sta-
J
eParo
que
insistir mos? Hasta Wikipedia lo sabe: «Fue el seg undo d iario creado en Uma,
pero aun asr el
mos
importante ed itado en Peru en 179 1
».
En realidad, no fue d iario sino
una suerte de revista, publicada dos veces por semana. Con todo, un tota l 4 11 numeros,
y
corto tiraje, unos
500,
y
enorme influencia. Ese patriotismo
que
trotaba de med icina
e
historia natural, abordaba la economfa, la polftica,
ya/go
mos, no hablaban de liberlad,
se la tomaban. Jose Rossi
y
Rubi, Baquijano, Unanue. eNuestros primeros inte/ectua /es?
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