En resUlllen, para el filósofo existen dos pilares que sostienen arma sociedad: <da
verdad y el respeto por el ser hwnano»Qaspers 2002: 92).
La tarea para nosotros como peruanos es gigantesca. Crear rm «Estado
verdaderamente hwnano» significa recomponer desde sus raíces todos los
eletnentos que deben estar a la base de la convivencia. También reencontrar el
camino de la verdad y sus virtudes para dejar atrás los años en los que la mentira
y la simulación sostuvieron todo rm proyecto político.
Y,
:finahnente,
cual
Diógenes,
redescubrirnos en la hwnanidad que tanto hemos escondido por considerar que
era políticmnente incorrecto y porque nos ponía a la zaga en la competencia
propiciada por el capitalismo salvaje y la viveza criolla.
Jaspers enfatiza el papel que han de cumplir los intelectuales en la reconstrucción
de la convivencia; para él la actividad reflexiva no es inútil
y,
por el contrario, se
coloca en el centro de todo proyecto de organización social. En el Perú,
lmnentabletnente, aún falta mucho para reconocerles esa importancia a quienes
estan encargados del pensamiento, y sin los cuales no podrímnos ejercer nuestra
auto-reflexividad como sociedad.
Como señala la presentación de
L.asMoradas
a los textos de Jaspers, sus reflexiones
son pertinentes por <das actuales condiciones de crisis espiritual, social y moral en
que se debate el mrmdo» (solo que debetnos recordar que estas palabras fueron
escritas para graficar el mrmdo de 1947 y no el del2003), y que lo que se necesita
es ofrecer a la gente, más que directivas, «esperanzas, razones de vida>>.
Para ello es necesario reconciliarnos con la cultura, tanto desde el Estado
como desde las organizaciones de la sociedad civil, ambas esferas están
llamadas a promover, difrmdir y hacer llegar todas las expresiones artísticas,
los nuevos conocimientos, las nuevas tecnologías a la mayor cantidad posible
de peruanos.
LAEDUCACIÓN,ELINDNIDUOYLACOMUNIDAD
Esta es, justamente, la perspectiva que asUllle Basadre cuando analiza el tema
peruano en general y el educativo en particular. Al igual que Jaspers, que siente
desazón y optimismo, nuestro historiador resUllle nuestra vida colectiva como
probletna y posibilidad. Como lo hizo el filósofo alemán, Basadre también
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