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La
masa debe educarse para rebajar su apariencia cuantitativa y aUlllentar su valor
cualitativo, sobre todo, en rm país detnocrático donde tiene que convertirse en
comunidad sana, orgánica y consciente para
el
cumplimiento de sus deberes y de
sus legítimas aspiraciones, so pena de caer periódicmnente en la epilepsia o en la
parálisis. (Basadre 1960: 80).
A pesar de que Basadre es sensible ante
el
tema político, al que no quiere satanizar,
y,
por
el
contrario, le reconoce también una tarea loable, si se rescatan los principios
de buscar la felicidad común; sostiene que la urgente mejora educativa no tiene
nada que ver conla política, y que
la
educación es una estructura técnica, especializada,
que para cumplir con sus fines debe alejarse de todo compromiso partidario. La
educación o cualificación de la masa tiene, para E asadre, rm criterio, en
el
fondo,
nacionalista, y no nna oportunidad para hacer proselitismo político.
No obstante los problemas presentes, la educación, para E asadre, es nn acto de fe
«en la naturaleza hUlllana, en
el
pueblo, en
el
país, en la juventud, y en
el
porvenir
del PerÚ>> (Basadre 1960: 52). De esta manera, Basadre rme, en rm solo
planteamiento, el papel de la educación, la formación de la juventud y
el
futuro,
deseado como t:i.etnpo mejor. Sin educación, nn país no puede aspirar al bienestar
espiritual y material; esto es algo que nuestros políticos actuales deben recordar,
pues solo ven en los temas culturales y educativos incomodidades presupuestales
y no, inversiones para
el
porvenir.
Por eso, Easadre es muy claro en cuanto a la proyección que debe tener la educación
en nuestro país. Plantea que debe haberrmplan de divulgación de su importancia
a toda la opinión pública, para que se comprenda su noble carácter:
Urge que podamos educar no sólo a los niños, adolescentes
y
analfabetos
adultos, sino también a nuestra opinión pública
y
a nuestras clases o sectores
dirigentes
y
a estos últimos para que comprendan
y
se resignen a que los
problemas educativos sean estudiados, confrontados
y
abordados técnicamente
y
en forma adecuada
y
a largo plazo. (Basadre 1960: 57)
Esperetnos que, con ocasión de corunetnorarse
el
centenario del nacimiento de
nuestro gran historiador, quienes dirigen el Estado peruano recuerden las palabras
de Basadre, las hagan suyas y ofrezcan a todos los peruanos la satisfacción de que
la educación, por fin, sea tomada como rma prioridad en nuestro país.
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