ELMAESTROJORGE BASADRE
QUE YO CONOCÍ
Jorge Puccinelli*
Tuve la suerte de trabajar a los dieciséis años con Jorge E asadre en
la
Biblioteca
Central de SanMarcos, que él
dirigía,
y
de iniciar
y
mantener sin recesos una cordial
amistad, que fue acrecentándose hasta los últimos días del doctor. Había
terminado
la
seCillldaria a los quince,
y
al
año siguiente me presenté
al
examen de
ingreso, pero no me permitieron rendirlo porque
el
Estatuto Universitario
disponía que los postulantes a estudios superiores debían tener diecisiete años
cumplidos. Decidí entonces asistir como allllllilo libre alas clases de
mi
preferencia
en
la
Facultad de Letras. Alcancé a escuchar lecciones magistrales de Mariano
Iberico, quien conjugaba en su exposición filosofía
y
poesía; de José Gálvez,
sobre Literatura Griega
(el
último año de sunoble docencia); de Honorio Delgado,
en
el
curso de Psicología (quien acababa de publicar con Iberico rm texto
fundamental); de Luis E. Valcárcel en Historia del Perú prehispánico; de José
Jiménez
Bo~a
en Elocución y composición castellana; de Aurelio J\1iró Quesada
en Literatura Española; de Luis Fabio Xammar en Literatura Universal. Uno de
los cursos que concitó más mi interés fue el de Historia del Perú (monográfico),
a cargo de Jorge Basadre. Se trataba de rma asignatura de la sección doctoral-con
pocos allllllilos-, lo que permitía rma mayor proximidad y rm diálogo más
fluido con el joven profesor, que dirigía, a la sazón, la Biblioteca Central de la
Universidad. A la salida de clase dialogábamos en el segundo patio de Letras
acerca de los temas tratados y de la bibliografía que se podía consultar. Un día me
informó sobre rma vacante de auxiliar de la Biblioteca y me preguntó si me
gustaría ocupar esa plaza. Por cierto que acepté agradecido la propuesta, con la
grata perspectiva de trabajar al lado de rm gran maestro como asistente de la
Dirección. Aprendí de él, durante el tiempo que trabajé a su lado, más que en
varios años de carrera: el manejo de las fuentes bibliográficas y hemerográficas
peruanas y universales, fundamentos y las técnicas de investigación histórica y
literaria; y la volrmtad de servicio. Recuerdo entre mis prllneras tareas haber
mecanografiado rm original manuscrito por Basadre, que era el prólogo para rm
libro de Jorge Guillermo Leguía, su compañero del Conversatorio Universitario,
*
Director del Instituto Raúl Porras Barrenechea.
- 77 -