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en
an Marcos, pero no en la mejores condicione , teniendo
hijo , divorciada a u 24 año , e entiende, por la dureza de
u propia vida, y las ventaja de e a misma dureza , que u
teoría de la educación (atenció n, es una editora) ea la de «el
niño deb conocer el mundo tal como es».
La
dificultad, y el
coraje p r onal, e un punto en común de
ta «hi toria de
vida•. Había eña lado en el acápi te anterior, emigrar o inmigrar.
Ahora bien, alir, ir e, es sin duda arrie garse.
•la
pujanza chola..,
dice Su ana Bedoya. Los espacio urbano que se pueblan, y
de cua lqui er manera, entre el ruido y lo caótico, lo nuevo. De
lo camionero a lo pintore , de la repetició n de la fie ta y
del comercio informal, a esa
in~
rmalidad que entra al neoocio
de la fie ta y la mú ica, el grupo
Topy Top , Nova,
el ritmo
como motor, Dina Páucar, Muñ equita Sa lly. Pero le ha
co tado. Vi !encía y di er idad, dice Ccopa. Laurita Pacheco,
no o lo tocó u arpa , cantando todo
los género , «ba lada,
cumbia, huayno•, todo con el arpa,
ino que con u madre,
para recur ear e, tuvo que vender
imu ltáneamente comi da .
Ha ta que llegara el éxito Almeyda cuenta que a lo 13 año
vendía caramelo y chocolate en lo mi cro . Para todo , la
calle fue dura . Pero, e
mi mo, el arrojo de uno , obre un
fo ndo de urbani mo y modernización,
¿
n
nos in pi ra otra
explicació n?
U
La
invención de otra cotidianidad, de de lo individuo en
con trucción.
El tema que abordamo no es
imple. Lo que llamamo
cho ledad e halla en la encrucij ada de va rias di ciplina . Pueda
que co rre ponda a un tema t davía mayor, como dirían lo
a trónomo , inconmen urable. Pien o que atra e amo
una
va ta e informe de estructuración de la ociedad tradicional (
en u do vertiente , andina rural y crio lla urbana ) y aunque
e to ocurra delante de nue tro ojo , carecemo d
«epi teme•
o manera de entenderlo y denominarlo.
o e meno cierto
que, a la ez, ocurre que e
pera la ree tructuració n de otro
tejido ocial, y con ello, de o tro compo rtamiento , de o tro
imaginario .
o dig que mejo r
, ino di tinto . Abarcar todo
e
to
no
nada fácil. En fin, lo que e toy diciendo e reduce a
una dificu ltad mayor, de o rden epi temo\ ' gico, científico, del
pen ar ocial: el tema que abordamo
e
itúa dentro y fu ra
de la caja de herramienta para entender la ocialidad.
Conviene a anza r de cartando lugare comune . En prim r
lugar, la irrupci · n de la creatividad cho la en un arco iri de
produccione cu lrurale , no e
la continuidad de la primera
migración, aquella que trajo, barriada , triciclo , mercadi ll
mercado , autoc n rrucción y autoempleo,
o~
n a de ervicio
y luego de biene manu factu rado (de Tacora a Gamarra) hace
má de medi
iglo. Lo empr ario culturale de la eounda
o la apun tan a lo
entido ,
1
modo de vida, lo
tilo , e
dec ir, r pa , gu to , a rquitectura y o tra plá ti ca, en otra
palabra , in aden nece idade
ecundaria .
o lo marcan el
gu to popular
ino que é te
vuelve ma ivo. Ya no estamo
Co
UJO LO CHOLO EN EL P ERú