DE LA LENGUA
'
l od;
lo que dice , despues que
des nou–
velles recherches m' ont appris
(son sus pala–
bras)
que ce/te lettre a
!t1
valeur d'un
S
( a).
En las copias de
JVIM.
Pcllerin
y
Orville,
aun se acerca mas al
UJ
Schin
Samaritano.
Para mi intento lo mismo es que sea o
Sa–
mech
,
que
w
Schin;
pero yo aqui la tomo
por esta ultima letra.
La tercera , vimos asimismo que am–
bos Escritores la tomaron por un
i
R esch;
y
en la realidad no puede ser sino esa le–
tra , o un
1
D aleth ,
cuya semejanza es
notoria , no solo en el alfabeto Hebreo , si–
no tambien en
el
Fenicio , como se vio en
la moneda de Sidon que se explico en el
principio de este Escrito , y en la inscripcion
ele M alta ; y se vera aun mas claro, quan–
do se trate de las monedas Betico y Bastulo–
Fenicias , de Cadiz y de Adra. Y o aqui
la tomo por un
1
D aleth.
La quarta y quinta letras
M.
de Boze
las dexo sin darlas su valor.
M.
Barthele111y
las tomo por
l
1'l1111 ,
y
f)
M em;
y en la rea–
lidad no pueden ser otras.
Juntas pues estas cinco letras forman el
nombre Hebreo
wl1UJN
ischdoním,
que qua–
dra muí bien a los moradores o Pueblo de
l stos,
o
lstonis:
como el de
CJJ1;;?
letsido–
ním,
que se halla en las monedas de
Sidon,
a los naturales , o habitadores de aquella
Ciudad.
E l que el
-r
o la T de
lstos,
se ha–
ya mudado en
1
D a/dh
o D , letra de su
mismo organo , para suavizar la lectura,
no debe causar maravilla , porque es mui
frecuente. De
Atherbal
,
o
A'Tápbcr.;
(co–
mo lo llamaLan los Griegos
(b) ,
se tras-
es a saber : que estas monedas pertenecen,
no menos que las antecedentes , a Cossu–
ra, o a alguna de sus vecinas Islas. F únd0-
lada en Latín
Adherba/.
De
¡~
,
Tsor,
o
D sor
,
o
Zor
,
como en la vcrsion Es–
pañola de Ferrara : se hace en Griego
T úro;
y en Latín
Tyrus
etc. E n Latín y
Español
es
comunisimo. De
uter utris
(
MxO)
) ,
odre : de
vitrum ,
vidro : de
me–
talla ,
medallas ; y a veces al contrario de:
medium
,
mitad ; aunque esto no es tan
frecuente.
Pero se me <lira tal vez , que el nombre
I'rnvl;
es G riego ; y que los Fenices , cuya
es la inscripcion de nuestra moneda , no ha–
vian de nombrar a su Ciudad por una voz
ele otro idioma , y escribirle con los carac–
teres del proprio. R espondo : que lo que
hai de seguro en el lugar de
Estefano ,
es
que la isla de que habla , se llamáse
Istos:
que el
lsto11is
es interpretacion del
Kcllarar–
sath
de los Fenices ; y que asi esta inter–
pretacion , como la razon de llamarse
Is/o.
nis ,
por ser, como dice, semejante a un mas–
til o palo de navío , son glosas de
Estefano;
de que no debe hacerse tanto aprecio. Fue–
ra de que , si esta
lstos
,
o
Udenóe
como la
llamaban los Libios , es la misma que
Eu–
dipne
,
como pensaron
B ochar!
y
Pineda
antes citados : resultará que el proprio
nombre que los Griegos daban a esta Ciu–
dad no era
Istonis
,
sino
Eudipne
,
que
los Libios corrompieron en
Udenóe
;
en
cuya voz harto se echa de ver la estruc–
tura Griega.
Añado aun a estas , otra congetura sobre
las monedas Fenicias que
"facobo Bari
atri–
buye a Serpa Ciudad de P ortugal
(e},
y
nuevamente
M. Barthelemy
a Sevilla
(
d)
las quales son en esta forma;
me para ello en que la fabrica de algunas
que he visto , y de una c¡uc tengo presen–
te quando esto escribo , es mui parecida a la