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NOTAS

~u

nombre , como clecian los Romanos,

opuesto a In libertad:

se salio de su Patria;

y

despues pudo haver otros que le imita–

sen ;

y

esto , junto con la tolerancia de los

Magistrados , vino a introducir una tacita

leí, como piensa nuestro insigne

D.

Nico–

lns Antonio,

de exsilio Lib.

I.

c.

5.

Y a es–

to alude sin duda Salustio , quando en

la

pag.

44.

c.

r.

hace decir a Catilina :

for–

tunte cedere

,

M arsi/iam in exsilium projicisci.

77

Pag.

75.

l.

J.

L os Senadores de pn–

laira y de otros modos aprobaban entre si su

parecer

(de Cesar). Salustio :

Ceteri verbo;

alius alii variC assentiebantur.

El

varil ,

hai

quien lo toma , por :

unos asentian

,

otros

no.

En efecto tomado el

ceteri,

por

todos los

demns Sentir/ores ,

hace poco verosimil la sen–

tencia : porque muchos havria que di,intie–

sen , como Caton ; pero Salustio usa tam–

bien el

ccleri

,

por

los mas ,

o

los muchos.

Ju–

gurth. p.

2 1

7.

c.

2 .

Jug11rtha amissis ami–

cis

,

quorum plcrosque

i

pu

necaverat :

ceteri

jormidine

etc.

y

en la

266.

c.

2.

hablando de

M ario :

pars quod a pueritia consuetam duri–

tinm, et alia qute

ceteri

miserias vocant.

78

Pag.

75.

l.

7.

r

espteialmente qun11do

reflexiono los votos q11e acabo de oír n algunos.

D a aqui

tacitamente a entender Salustio,

que mas que a los Conjurados

y

a Catilina,

temia Caton a muchos de los presentes ,

y

al fermento que dentro del Senado podia

tener la Conjuracion.

79

Pag.

76.

l.

1.

Si quereis gozar tra11-

quilame11te de vuest1-os deleites , dispertad u11a

vez

;

y atended a la defensa de la R ep11blica.

Si esta expresion se halláse en Autor que

huviese leido la Escritura , diríamos que la

havia tomado del libro de la Sabiduría, don–

de se lee al cap.

VI.

v.

22.

y

sig. el mismo

pensamiento :

Si ergo delectm11ini sedibus et

su ptris, o-R cges populi

,

diligite sapientiam ut

in perpetuum regmtis : diligite lumen sapienti<t:

om11es qui pra:estis populis.

Esto es :

aunque

110

amárair n la sabiduría por si misma

,

o

R eyes dd mundo

,

debierais amarla por vues–

tro interes

,

esto es ,

poro reinar perpetua–

mente.

Tráese este lugar para hacer ver, que

se hallarán tambien en las D ivinas

letras

si se registran con atencion

y

cuidado , los

rasgos de elocuencia que tanto se celebran

en los Autores profanos.

80

Pag. 79.

l.

2.

Otras cosas los hicie–

ron grandes

,

de que nosotros enteramente ca-

recemos.

Ya Caton quando poco antes di–

xo :

que en R oma se havian perdido los ver–

daderos nombres de /ns cosas

etc : comenzO a

descubrir su gran vehemencia

y

zelo de Ja

reforma de costumbres; pero alli lo advirtio

con tiempo ,

y

pudo reprimirse cortando su

invectiva con decir :

n tal

extremo ha

ilegn–

do In R epublica.

Aqui no. D éxase llevar de

la

avenida de su genio ;

y

trasportado del

deseo de corregir los vicios de Roma, ha–

bla mui en particular

y

con grande acri–

monia contra ellos , sin acordarse entre–

tanto de Catilina, ni de los Conjurados, ni

aun de lo que estaba votando , hasta que

despues de engolfado en ello lo advierte,

y

bolviendo sobre si , cierra de golpe su de–

clamacion diciendo :

Pero dexemos esto.

Sa–

lustio, que conocía bien su caracter , le

imita diestramente,

y

nos hace ver que Ca–

ton , aun quando trataba asuntos diversos

y

cstraños , no podia contenerse , ni repri–

mir sus invectivas contra la corrupcion de

las costumbres de su tiempo. Esto va di–

cho

,

suponiendo a Salustio autor del

dictamen de que se trata , como se cree;

pero si fuese de Caton , ninguno podria

declararnos mejor su caracter que el Au–

tor mismo.

81

Pag. 79.

l.

7.

En lugar de esto

(de

la aplicacion

a

los negocios

y

la libertad

en el votar)

reina en nosotros el luxo y la ava–

ricia.

D esciende despues Salustio a los par–

ticulares vicios ,

y

a las causas de ellos

y

dice :

Pro his nos habemus

luxuriam atque

avaritiam

,

cuyas dos voces rara vez dexa

de juntar. Pag.

16.

c.

r.

Igitur ex divitiis

iuventutem

luxuria atque avaritia,

cum rnper–

bin invasere.

Pag.

7.

c.

I .

Corrupti civitn–

tis mores

,

quos pessuma

oc

diversa inter

se

mala,

luxuria atque avaritia

vexabant ;

cuya

sentencia ,

y

casi con las mismas voces

hállo en L ivio en boca de

M arco Porcio

Catan

,

llamado el

mayor

,

bisabuelo de el

que tratamos , Consul que fue en el año

558.

de Roma , en la oracion que hizo a

favor de la leí Opia

de 111111ulo muliebri:

di–

ce asi :

rliversisque duobus vitiis

,

avaritia et

luxuria

civitatem laborare.

L ib.

XXXIV.

2 .

82

Pag. 79.

l.

8.

El publico exousto, los

particulares opulentos.

Salu tio:

pub/ice egestn–

tem, privatim opulentiam.

Porque los pocos

N obles que mandaban la Republica, roba–

ban el erario ,

y

cobraban los tributos de