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LA GUERRA
yfloxo: ponele delante a los Dioses por Ct!!:Ja
fo
havia
jumdo ;y le dice, que no haga de suerte que las prom.e–
sas de M ete/o se buelvan en su daño. Añade, que Ju–
gurta de todos modos ha de morir presto : que el punto
estll en si ha de ser a sus nzanos
,
o por el valor de Me–
te/o;y asi, que refl.exione bien si quiere mas la reconi–
pensa
,
o el suplicio. Quando llego esta carta, se hallaba
casualmente Nabdalsa reposando en su lecho, por ha–
lla1•sefatigado del exercicio
;
y viendo lo que Bomilcar
le decia, le sobrecogía el cuidado, y luego el sueño, co–
mo suceae a ttn animo apesadumbrado. Tenia consigo
Nabdalsa un Númida que le ayudaba en sus negocios,
hombrefiel, a quien amaba muchoi!I era sabedor de todos
sus secretos, ex cepto este. El Númida apenas entendio que
havia llegado una carta, crryendo,
com~
en otras ocasio–
nes, que para el despacho de ella serla necesaria su asis–
tenciay consqo : entra en la tienda de Nabdalsa
;
y ha–
llando/e dormido, toma la carta que sin 1•efl.exion !zavia
puesto en la cabecera de la cama sobre la almohada:
leela ,y vista la traicion que se tramaba contra su R ei,
vetere consilio , novum qmereret;
litteras ad eum per homines fidelis
mittit : in quls mollitiem , socor–
diamque viri accusare: testari Deos,
per quos juravisset : monere , ne
prremia Metelli in pestem suam con–
verteret , lugurtbre exitium adesse:
ceterum , sua ne, an Metelli virtu–
te periret, id modo· agitari : proin–
de reputaret cum animo suo, p1·re–
mia an cruciatum mallet. Sed cum
ere littene allatre , forte Nabdalsa,
exercito corpore fessus , in lecto
quiescebat. Ubi , cognitis Bomil–
caris verbis , primo cura , dein, ut
regrum animum soler, somnus ce–
pit. Erat ei
umida quidam ne–
gotiorum curator fidus , acceptus–
que, et omnium consiliorum , nisi
novissumi, pa1·ticeps. Qui postquam
aliaras litteras audivit , ex consue–
tudine ratus opera aut ingenio suo
opus esse, in tabernaculum introit:
dormiente illo , epistolam , super