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se presentaban á la revolucion con gente y con'armas; y se les
reunieron los primeros invasores, Coroneles Belisario Estomba,
Enrique Britos y Francisco G. Cortina. Además, el mismo dia
de la batalla de Severino se les incorporaron los Generales
Medina, Pereyra y Bastarrica con mil y tantos hombres, que
venian de pelear en la ciudad de Mercedes y en otros puntos.
Entre todos estos jefes que se presentaban al General Apa–
ricio, algunos tambien habían tenido sus r efriegas ó pequeños
encuentros con el enemigo. Citaremos los siguientes:
El 1° de Abril, las fuerzas del general Moyano (colorado)
baten una partida en Rivera al mando del Comandante Borchez,
haciéndola internar en el Brasil.
El 26 del mismo mes y la misma gente de Borchez toma el
pueblo de Rivera, correteando al gefe de él comandante Toribio
Buzó.
Mayo 4. El Coronel Galvan se tirotea con las fuerzas . del
coronel Tabares en el departamento de San José.
Mayo 25. El comandante Jos é Alvarez con 20 hombres toma
el Carmelo, correteando al comisario Silvano Arguero.
Mayo 31. El mismo se pelea con el Comandante Romero en
el departamento de la Colonia.
Junio 13. El Coronel Guillerno Garcia se bate con el coman–
dante Palacios en el Arroyo de las Bolas, sierra de Mal Abrigo.
Junio 15. El General Emeterio P ereira toma el pueblo de
San José, despues de un buen tiroteo.
Junio 25. El Coronel Jaime Montoro ataca el Carmelo con
40 hombres, en cuyo combate, 'segun carta de este j efe á un
amigo de Buenos Aires, decia haber tomado al pueblo despues
de una regular refriega, y agregaba: «El chiquilin Rebollo se
ha portado .con un valor admirable, lo mismo que sus compa–
ñeros D. Fructuoso Rivas y D. Ramon Monteagudo. Su amigo
el capitan D. Carmelo Garcia, es una de las lanzas bravas, que
ha introducido el espanto entre las fu erzas enemigas, y no
olvidaré de hablará Vd. de D. José N. Reyes, oficial que tanto
se ha distinguido>.
Junio 29. Pelea por José y su hermano Antolin Alvarez con
el Coronel Galarza en Dolores .
En este mismo mes, segun informa la carta que damos en
seguida, el Coronel Olivera tuvo algunos encuentros al Norte
del Rio Negro. Dice así: