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encontrar en este departamento
esencialmente
blanco, he conseguido cuanto
humanamente haya sido posible, y esto lo digo con orgullo porque es la verdad.
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E l sentimiento que me queda es no poder perseguir al enemigo, pues veo
que no le daría alcance; pero puede V .
E.
estar persuadido que si el enemigo
permanece en este departamento, en lugar de quedar á la
defensiva tomar é la
ofensiva en cuanto me lo permitan las circunstancias.
Es todo lo que tengo que elevar al conocimiento de
V .
E. á quien Di os
guarde muchos años.
Nicomedes Castro.
' P .
D. En el momento de cerrar esta nota, acabo de saber que el enemi–
go esta mañana estaba
campado en los Molles, como á seis
leguas de esta
villa-
Vale.
De Cer ro-Largo pasó Aparicio al Norte del Rio Negro, va–
deando por el paso de Mazangano, regresando otra vez á dicho
departamento
y
batiéndose el dia 25 de Abril en la villa de
Melo.
Antes de este combate
y
viéndose pers eg uido por
todas
partes, por Frenedoso, Cancela
y
otros jefes al Norte
y
por
Máximo Perez
y
Manduca Carabaja'I. al Este, se tirotea con
ellos escapándose ileso d e sus pers eguidores. De estos encuen–
tros los mas notables fueron los que tuvo con Perez en las islas de
Zapata, departamento de Cerro-Largo, el 15 de Abril, tiroteán–
dose mas de 10 leguas, con muertos
y
heridos por ambas partes,
desde la sierra de Rios hasta Tacuarí: en el Zapallal con el Co–
mandante Cancela, donde ambas fuerzas se entrev eraron largo
r ato
y
p elear on ha ta á puñaladas,
y
por último, el ataque lle–
vado al pueblo de Tacuarembó, que fué tomado inmediata–
mente.
Debemos hacer constar aqui, que á pesar de las protestas
del gobierno de Montevideo
y
de sus delegados en campaña que
decian no temer á los invasores, etc., etc., se babia movilizado
t odo el pais; los General es Castro, Caraballo
y
Borjes, organi–
zaban ejércitos al Sud
y
orte del Rio Negro; Máximo Perez,
Carabajal, Gil Aguirre
y
otros jefe
reunian divi iones en to–
do él; e habia llamado la Guardia
acional
y
e prohibia t er–
minantemente el embarque de lo
ciudadanos para el estran–
gero. Y para hacer
pendant
á todo esto p r eparativos bélicos,
lo
j fe
político
d
lo
departamentos dirigian diariamente
notas al Gobiei;no pidiéndole refuerzos
y
proteccion.
Los revolucionario , mientras tant o, se roo ian como ardi–
llas por todas partes.
paricio era una especie de fantasma
..l