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nc10, capitan D. José Cantera,
y
toda su fpolicia compuesta de
14 hombres armados de carabina
y
sable;
y
recibieron una re–
gular cantidad de dinero que les enviaban los partidarios de
Montevideo.
El 20 de Marzo resuelve Aparicio atacar al pueblo de la
Florida,
y
así lo hace penetrando hasta la misma Jefatura, don–
de se acantona el Jefe Político del departamento, coronel
D. Doroteo Enciso, con los infantes que poseía de guarnicionen
el pueblo, teniendo al fin que abandonar éste despues de una
pequeña refriega, con pérdida de
u~
muerto
y
dos heridos, sien–
do estos últimos el comandante Arévalo
y
el soldado Inocen–
cio Fernandez, los mismos que mas tarde fueron degollados
por el comandante Frenedoso que los arrancó violentamente
de la estancia Santa Clara, donde habian sido dejados para
que se asistieran. El parte pasado por el mencionado Jefe Po–
lítico, que lo transcribimos en seguida, es exacto menos en la
parte
á
que se refiere que el General Aparicio conocía el es–
tado del enemigo
y
que fueran rechazados los revolucionarios
pues estos se retiraron sin ser hostilizados
y
despues de mos–
trarse en todo el pueblo, que era el objeto que se habían pro–
puesto.
E x mo. Sr. Presidente de la R epública, General D. Lorenzo Batlle.
Florida, Marzo
21
de r870.
Exmo. Sr. Presidente:
• Contesto las muy gratas de V. S. fechas
1
7
y
18
del corriente, que ayer
recibí de tarde, y la del
20
que en este momento llega
á
mi poder.
»
Con la
2 "'
carta recibi una órden contra el Administrador de Sellos y
Patentes en este punto, que mañana debe ser paga. Veo lo que me dice V. E.
respecto
á
la salida del General Castro
á
campaña.
»
Ayer
á
las 6 de la tarde
no~
avanzó el .:abecilla Aparicio al frente de una
fuerza como de 60
á
80 hombres, de cuyo número creo que consta todo su
ejército.
»
Como no tenia noticias que hubiera venido emboscándose en los montes
y sin dejarse sentir, no tuve inconveniente en dejar franca en el dia
á
la guar–
nicion de
infantería que
tenia en el pueblo, pero él, sin duda impuesto que
estaba con
solo la policia y alguno que otro Guardia Nacional, se aproxi–
mó al pueblo, y tocan:!o
á
la carga, y
á
toda brida, entró alguna de su gente
hasta la puerta de la Jefatura; pero un viva al Gobierno de la R epública bas–
tó para inflamar el patriotismo en los soldados de
la ley y repeler' como va–
lientes
á
la
turba
que amenazaba.
» Permanecimos en nuestro puesto, y rechazamos
á
Ja
lwrda
con el mayor
denuedo.