Table of Contents Table of Contents
Previous Page  58 / 840 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 58 / 840 Next Page
Page Background

-

20 -

cuyo medio he cruzado, V. E. y los suyos corresponden atentando contra esa

propiedad de todos.

>

Cuando ya no babia mas hacienda que arrear para acabar de enriquecer á

los parciales mas devotos, vuestras lanzas se emplean en J estruir las haciendas

de los blancos, 6 de todo aquel que nacional 6 1:strangero, le plazca figurar

simpático á nosotros.

>

A la proteccion

á

los vencidos, al amparo de los prisioneros, á la

~ene­

ro idnd con los heridos,

de~e

ya ser púb!ico ahí en

las calles de la pobre

Montevideo, la manera como correspondeis. Degollais, ao á los vencidos, por

que victoria no contais ninguna; pero degollais sin piedad á los heridos mori–

bundos que encoatrais á vuestro paso al amparo de familias caritativas, á quie–

nes amenazai

de hacer correr igual suerte ea caso de reincidencia, y degollais

á los prisioneros, como lo habeis estado haciendo desde el comienzo de la

lucha, amparados por el silencío de nuestra dilatada campaña, y como acabais

de haceilo ahl en

las puertas de

la Capital, á donde he venido á combatir

vuestra impotencia y á anunciar para época próxima, á vosotros, el fin que

tienen toda

las tiraaias, por envanecidas y quijotescas que sean, y á todas, el

término que les espera á tanta degradacion

como la que habeis

impuesto en

la frente de la patria.

>

Pero antes de partir, y por lo mismo que reden ahora tomará vigor la

re istencia que hemos de hacer á vuestros atentados, debo haceros responsable

de la primer sangre inocente derramada y de la devastacion que habeis inicia–

do. De vosotros sea foda la ignominia.

>

No imitaré vuestro ejemplo porque la represalia tomada en el compatriota

inofensivo, no alcanzará á vuestra cabeza que es la criminal.

Campamento en marcha, Toledo, Mayo 25 de 1870.

Timoteo Aparicio.

»

Al dia siguiente de encontrarse los revolucionarios en la es–

tancia de uarez tuvi eron un pequeño encuentro con las fuer–

zas del Comandante Frenedoso, que pasarían de 300 homb r es,

en el paraje denominado La Paloma; empezando aquel j eíe

de de e e momento á perseguirlos de una maner a t enaz, lleván–

dolo

sin darle el mas pequeño descanso y tiroteándolos cons_

tantemente ha ta el departamento de la Florida, en cuyo punto el

General paricio se le eclipsó totalmente internándose en s us

innumerable bosques. En el trayecto, apesar de la per secucion

de que eran objeto invitaron á varios jefe para que se pronuncia–

ran á

fa

or de la revolucion, entre otros á los cor oneles Puentes

y

Muñoz; prometiéndoles todos hacerlo tan pronto les fuera po-

ible, .como a

í

lo efectuaron incorporándoseles mas tarde.

A lo

tre ó cuatro dia de andar por el departamento d e la

Florida se le reunieron á los invasores los primeros hombres

iendo e to el comisario de la 4ª. seccion y sobrino de Apa-