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el grupo mayo r que venían cien y pico de hombres
á las órdenes de Salva–
f1cah, pasó
el
Queguay por el Paso de las Piedras que se encuentra á media
legua escasa del lugar de la pelea, tomándome el paso del otro lado.
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Tenemos que lamentar la muerte de tres Capitanes y veinte y
siete in·
dividuos de
tropa por nuestra parte, habiendo pedido ellos al Teniente Co·
ronel D. Manuel Leguizamo, un Capitan cuyo nombre
ignoro, dos oficiales
mas, como treinta individuos de
tropa, y como veinte y tantos heridos lleva
consigo,
los que ya habran muerto.
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L os disparos de ellos en regular número han
tirado algunos en direccion
á Guaviyú, otros á las costas del Uruguay, Araujo y Soto con algunos troci·
tos de caballadas.
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Tengo tambien diez y nueve heridos de mi parte levemente.
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El combate ha sido reñido, aunque con muy pocas pérdidas.
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Yo siempre permanezco por acá hasta recibir sus órdenes, que las podrá
dirigir sin peligro directamente.
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Mucha falta ha hecho este dia el escuadron del Comandante Suarez
á
mis
queguayceros.
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Todos los jefes, oficiales y tropa que me acompañan se hao portado per·
fectamente bien.
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Sin mas por ahora, ordene como guste á su afmo. S. S.
Gen1tario Gonzalez.
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P. D.-Salvañach se h a retirado del paso eo este momento; no lo per–
sigo por temor de Aparicio.
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E l Jefe de la D ivision Paysandit.
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Campamento en el P aso de las Piedras del Queguay,
N oviembre 13 de 187
l.
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Sr. Comandante M ihtar del Departamento de Paysa11d1i, Teniente Coro·
ne! D. Trifon E stevan.
• Cumplo con el deber de comunicar á Vd. que el dia de ayer he tenido
uo encuentro con las fuerzas de Salvañach, de lo que resultó la dispersion de
las fu erzas de éste y la pérdida de su segundo j efe Leguizamon, un Capitan,
dos oficiales mas subalternos y corno treinta ó mas individuos de tropa, todos
muertos y varios prisioneros.
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El número de ellos era muy superior al nuestro, pero me ví en la obli·
gacion de batirlos.
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Tenemos que lamentar p or nuestra parte la muerte de
tres Capitanes,
veinte
y
siete individuos de tropa y varios heridos.
• El combate fué muy reñido por la superioridad de
las
fuerzas enemigas
tanto que al principio crei que me derrotaran, pero con un poco de esfuerzo
conseguí doblarlos
y
sacarlos en dispersion hasta hacerl os vadear el Queguay.