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quienes trajo tiroteando mas de una legua, hasta llegar
á
un
paso del a rroyo Corral es, próximo á
la barra d el Sauce, rlo–
blándolos completamente al Üegar á este sitio.
Mientras esto sucedia, los Coroneles Puentes y S?,lvañach,
decididos á pelear, habian vadeado el arroyo y tendido su línea
de batalla en la primer c uchilla frente al mismo paso; cuya
actitud contuvo á las guerrillas d e Fidelis, y á éste mismo, del
otro lado del referido arroyo, pues hizo hace r alto y tendió su ·
línea en la cuchilla próxima dándole la cara á su enemigo.
Esto sucedia al salir el sol.
Debemos advertir que se habia r esu elto que el Coronel Sal–
vañach dispusiera el combate; as í fu é que en seguida de ten–
der la lín ea, ordenóle est e jefe al Coronel Puentes que pasara
con los infantes al otro lado del paso, y que allí, oculto entre
el monte, impidiera de todas maner:as el pasaje del enemigo.
Los infantes e ran mandados por los Comandantes Gomez y
Safons. Y de proteccion de éstos mandó un escuadran de lan–
ceros, bajo las órdenes del Mayor Juan Nieves.
Verificada esta operacion sin contratiempo de ninguna espe–
cie, y pasado un gran rato sin que el en emigo se moviera de
sus posiciones, dispuso Salvañach que pasara al otro lado el
Mayor Burgos con una guerrilla d e tiradores para
torear
al
enemigo, el que así lo hizo, siendo protegido por el Comandan–
te Valdes; pero en seguida el enemigo los cargó de firm e , do–
blándolos hasta el paso, donde
fué contenido y
tuvo que
retroceder por el fuego
v~vísimo
que les hizo la infantería de
Puentes.
Vueltos unos y otros á sus r espectivas posiciones, Fidelis
mandó su iníanteria á que se escopeteara con los infantes revo–
lucionarios, ma nteniéndose en esta posicion has ta las 2 ó 3 de
la t a rde, que dejando á los infantes sosteniendo el paso, vadeó
el arroyo por una picada próxima con el r esto de su gente.
Una vez Fidelis del lado donde es taban sus contrarios, formó en
línea de batalla dando su izquie rda al arroyo, y el Coronel Sal–
vañach movió su línea mandando fo rmar sobre la cabeza á la
izquierda en batalla, y dióle el frente al enemigo quedando su
derecha sobre la costa del mencionado arroyo.
En esta posicion, y siendo como las 4 y 1/ 2 de la tarde, la
gente de Fidelis ini ció la carga, trayendo el ataque tres escua–
drones escalon ados, siendo el p rim ero de 200 hombres al man–
po de los Coroneles Illa y Barbosa , formad os en cuatro filas;