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170

por los puen tes del D epartamen to

de Maldonado-y adherí

á

esta última

opinion .

• L a operacion se realizó

sin inconvenientes hasta el mismo pueblo de

Minas; pero el enemigo que nos había

sentido, nos salió

al

encuentro apro–

vechándose de la demora de dos dias que hicim,os en San Francisco, contra

mi opin ion, pues yo instaba al General Suarez para que sin pérdida de mo–

mento siguiésemos rumbo

á

Maldonado.

• Sucedió lo que yo preveía; el enemigo nos salió al encuentro entre Solis

Chico y Mosquitos, colocándonos en una situacion estremadamente crítica.

• El entmigo se presentaba con una

fuerza de

5000

á

6000

h ombres,

mientras que nuestro ejército no alcanzaba á

3000.

>

E l General Suarez, prevenido por mi de la presencia del enemigo,

repa–

só Solis Grande y formó su línea entre

dos A rroyos. A percibido de esto,

hice observar al General Suarez que

aquella línea no podia sostenerse; el

General Suarez insistió en que era fuerte esa posicion y en tonces fuí á verlo

personalmente. Convencido por mis demostraciones, convino en mudar cam po

y para efectuarlo salí acompañado de los Coroneles Reyes y Rodriguez á

elejir la posicion mas ventajosa en la falda de la Sierra.

>

E lejida esta, volvimos á marchar sin q ue

el enemigo nos diese tiempo

sino para formar.

>

En aquella posicion verdaderamente inespugnable permanecimos dos dias;

pero como tal situacion no púdiese prolongarse porque nos quedábamos á

pié, combinamos la operacion que nos

trajo á Montevideo burlando

al

ene–

migo.

• Contra la opinion casi uniforme de

los

j'efes superiores del ejército, ¡.e

practicó la operacion que dió ese resultado y que no

tengo inconveniente en

declarar bien alto

fué propuesta

y

preparada por mi.

>

Si no es esto verdad, que me desmientan mis

compañeros de aquellas

apuradas jornadas.

>

Las carretas del ejército se hicieron

subir á la Sierra en

la tarde, por

frente al enemigo, en direccion opuesta á la direccion que debíamos

tomar y

despues de oscurecer simulamos un ataque al

e~emigo

con la vanguardia por

derecha é izquierda, mandando la derecha el Coronel Ximenez y la izquierda

el Coronel Coronado; los enemigos fueron arrollados hasta sobre el centro

de su propio ejército, y aprovechando ese momento de confusion salimos por

la derecha, yendo

á

pasar Sulis Grande por el paso de Curvelo, sin que el

enemigo se apercibiese de la operacion.

>

El enemigo solo se apercibió de nuestro movimiento al otro dia al salir

el sol, cuando el ejército estaba ya en Mosquitos y yo con la

vanguardia

protegia la retirada.

>

Sábese bien que á esta operacion practicada por

mi inspi·racion

y acep–

tada por el General en Jefe y con el valiosísimo concurso del J efe de Es–

tado Mayor Coronel Reyes y de los valientes jefes á mis órdenes, se debió

la salvacion del ejército.