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valiente Coronel Justino Aréchaga, que murió de un tiro de
metralla; el jóven Calleriza, al cual una bala de cañon le llevó
una pierna y fué despues degollado bárbaramente; Perez, el
abanderado de la escolta del General Aparicio, que tampoco
quiso huir envolviéndose en la bandera oriental para que lo
asesinasen; el Comandante Gorostide, los Capitanes Pastoriza
y Lencina, y tantos otros ciudadanos que no recordamos.
Los heridos revolucionarios, ó al menos su mayor parte, pu–
dieron salvarse, conduciéndoseles para la ciudad de San José
en las pocas carretas y carruajes que no cayeron en poder del
enemigo, encontrándose entre éstos Visillac, Llupez, Saavedra,
Viana y otros.
Publicamos en seguida los partes pasados por el enemigo ;
unos artículos del Sr. D. Francisco X. de Acha, relativos á este
combate; una carta del Ministro Ordoñez, y algunas noticias
publicadas en varios diarios que ilustran el hecho de la batalla
y amplian la descripcion que acabamos de hacer:
PARTES ÜFICIALES
~
El General en Jefe del Efército en Campaña.
,. Campamento en la Costa del Coya, Julio 21 de 1871.
«
Exmo Sr. Presidente de la R eptébliºca, General D . Lorenzo Batlle.
Exmo. Señor :
»
Me es altamente honroso remitir á V . E. el parte detallado pasado por el
E. M. G. á este Cuartel General, de la batalla que se <lió al ejército enemigo
el
1
7 del corrieI! te .
>
Como el referido parte no contiene otra cosa que la espresion de la ver·
dad, lo remito autógrafo á la consideracion de V. E.
»
Debo agregar, Exmo Sr, que, ea lo mas récio del combate y cuando los
Cuerpos de iafanteria llevaban sobre las fortificaciones enemigas una carga á la
bayoneta, el Teniente Coronel J efe del 24 de Abril D . Edllardo V asquez,
foé
derribado coa caballo y todo de un tiro á metralla, siendo laa feliz, que aquello
solo le causó la fractura de un dedo de la mano .
»
Me pareció tan digna la conducta del mencionado jefe que en el acto su –
bió á caball o para seguir el ataque, que en ese acto le conferí el empleo de
Coronel en el campo de batalla, esperando que sea sancionado por S. E •
á
sus perseguidorc3;
no 1ne 1nate1t.
Pero su nombre
fué
un motivo mas para que lo asesinasen,
pue > apesar de haber sido colorado en los primeros tiempos, como que empezó sus servicios con
el General Rivera en el escuadran de Guayaquies, era odiado por sus ex-correligionarios por
el hecho de Quinteros.
Hubiera valido mas para la causa nacionalista el que con frecuencia se hubiesen seguido lo
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consejos dictados por la pericia militar del ge:>eral M edina .