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colocada sobre la cuchilla empezó á funcionar sobr_e el ejército
de Castro, siendo contestados los fuegos por la artillería de éste
en seguida que tendió su línea el ejército.
Al frente de la estancia,
y
sobre el costado izquierdo de la
artillería revolucionaria se desplegó una guerrilla de caballeria
enemiga, que fué contestada por otra guerrilla nacionalista al
mando del Capitan Luis Ferreira (a)
Pichinango,
las que se
entretuvieron
y
entretuvieron
á
todo el ejército disputándose
una majada de ovejas que pastaba allí al rededor de un
puesto
de la estancia, quitándola una vez
los colorados y otra los
nacionalistas.
En este estado se pasaron mas d e dos horas: sin otra nove–
dad que unas brillantes cargas que dió la vang ua rdia revolu–
cionaria al costado derecho, iniciadas por la di vision de Minas
al mando de los Coroneles Uturb ey y Silva y por un escuadron
del Comandante Arias, que puso en conmocion á todo el ejér–
cito de Castro; cuya operacion fué dispuesta por el General
Aparicio con la idea de entretener al enemigo hasta que llega–
se la noche para poderse retirar.
En la primera de estas cargas, que llevaron hasta chocarse
con un cuadro de infantes y dos piezas de cañon, murió el
Comandante Marcos Chirivao de la gente de Uturbey, siendo
herido en la carga el Comandante Advíncula Gonzalez que
vino á protejer á sus compañeros. En la tercer carga, y última,
tornó parte casi toda la vanguardia. Hubo mas de 50 bajas por
ambas partes, entre muertos
y
heridos.
En seguida de terminar el combate de la vanguardia
y
sien–
do como las 4 de la tarde, fué reforzada la guerrilla enemiga
que se tiroteaba con Pichinango, á quien lo hicieron r etroce–
der no obstante habe r ido en su proteccion los escuadrones de
Pintos Baes y de Manuel Lopez, en vista de lo cual el General
Aparicio mandó se corriera la izquierda revolucionaria sobre el
flanco derecho del enemigo, haciendo cargar á algunas caba–
llerías; pero inmediatamente se movió todo el ejército de Cas–
tro sobre el centro r evoluciona rio, en el órden que menciona
~l
parte de e te General á qu e ya hemos hecho mencion, hacién–
do e general la batalla.
El choque del ejército enemigo fué terrible. El fuego que
hacían sus infantería y artillería era irresistible.
Inútile fueron la b ravas y repetidas cargas de las caballe–
ría nacionalistas obre lo
cuadro de infantería gubernista.