-
24 -
que infanterias
y
una iuerza de caballeria al mando del Coronel
Vidal. El resto de su
fuerzas las t eni a en la campaña, ha–
biendo desprendido últimamente de San Ramon á los Corone–
l es Car abajal y Gimenez con una re petable fuerza de caba–
lleria, para que lo. persiguieran al General Muniz que andaba
por las sierras de 1inas.
El 23 de Febrero conferenció Suarez con el General Batlle
insistiendo en su r enuncia; pero este le suplicó que desistiera y
se pusiera e n seguida en operaciones contra el enemigo; lo
que efectuó, saliendo en los principio
de Marzo de la capital
con mayor número de gente que se le incorporó e n esos dias,
y con la vanguardia y las demas fuerzas d espr endidas que se le
reunieron en su marcha; habiendo formado dos brigadas de sus
infanterias mandadas respectivamente por los Coronel es Lator –
re y Pagola.
Aparicio mientras tanto con tres mil homb r es escasos, y el
inmenso parque que poseia, sin habérsele reunido todavia el
General Muniz ni la gent e de Cerro Largo y la que operaba
al
orte, llegó hasta el Durazno, retrocediendo de aquí para el
paso de los Toros del Rio
egro, donde se d emoró algunos dias
haciendo una gran r ecogida de potros en el Rincon de los Ta–
pes, campos de D. Eufrasio Bálsamo. El primer aniversario de
la invasion (Marzo 5 de 1871) lo pasó allí el ejército r evolucio–
nario, festejando la g lorio sa fecha con dianas e n todos los cuer–
pos y visitas r ecíprocamente hechas por t odos los j efes.
. El 9 de Marzo se presentó der epente la
bete noir
d e los revo–
lucionarios, teniendo estos que huir, é huir
á
prisa para librarse
de sus garras.
Del paso de los Toros donde se encontraban , siguen para el
arroyo Malo y _del Arroyo Malo á T acuarembó, cruzando por
el pueblo de este nombre en la noche del 19 de Marzo . A la
madrugada siguiente el Coronel Puentes, que veni a de reta–
guardia de los naci1malistas, se tirotea en los suburbios con la
vang uardia de Suarez que los perseguía d e cerca.
Y del pueblo Tacuar embó, pasaron los revolucionarios
á
el
arroyo de Tacuarembó Grande, donde tomaron algup.os ma–
tr eros de los colorados que estaban en una isla, despues de un
fuerte tiroteo que sostuvieron con ellos, y de Tacuarembó Gran–
de continúan la marcha para Corra les, y de aquí á los Cerros
Blancos y á los Cerros d e Clara y á las sierras de Tupambay;
lanzánclose por último en el laberinto_intrincado de las famosas