Table of Contents Table of Contents
Previous Page  357 / 840 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 357 / 840 Next Page
Page Background

-

27 -

cion de los

bazos

originada por la falta de costumbre en los

animales de pisar en los parajes pedregosos.

Esta circunstancia

q~e

inutilizaba al ejército para moverse

segun el caso lo requeria, como tambien la conveniencia que

habia en quitarle al enemigo los medios de movilidad, <lió lugar

á que se recogieran todas las caballadas y boyadas que existian

en aquellos sitios, dando márgen este hecho para que el ene–

migo como se lee en sus parte , aparentara escandalizarse cuan–

do dice:

«

que los r evolucionarios arrasaban con todo lo que

encontraban en los establecimientos de campo».

Para probar lo contrario de esta afirmacion, baste decir que

se llevó hasta tal punto la disciplina en el ejército revoluciona–

rio obre este particular, que á pesar de pasarse varios días sin

carnear

una sola r es, se r epetí a n las órdenes, bajo pena de la

vida, al que tomara lo mas in ignificante por las estancias don–

d e cruzaban, poniéndo e guardias en toda ellas con la- prohibi–

cion absoluta de no dejar á los soldados aproximarse á los e ta–

blecimiento .

En uno de e tos día , una mañana t emprano, hubo de ejecu–

tarse á un individuo por el solo h echo de haber tomado unos

membrillo

de una quinta,

alvándo e milagrosamente de la

pena por la interposicion de varios jefe · siendo, sin embargo,

d

tinado á la infante ria,-y otros muchos se alvaron teniendo

qu huir del ejército.

De pue del pa aje por la

sierras de los Infiernillos, el Ge–

n eral

paricio con iguió burlar al enemigo por medio de una

hábil contramarcha que verificó una noche, dejándole á van–

guardia; y con irruió por e te medio eludir la persecucion y

r e tirar e para el departamento de Pay andú, de donde contra–

marchó para el Río

errro, vadeándolo nuevamente por el Paso

de lo Toro · 115 de

b ril , Herrando al dia

iguiente al Durazno

y teniendo luga r el 17 una Junta de

uerra,

á

la que a i tieron

todo

los jefe de di i ion y en la cual e re olvió e perar allí al

n migo para darle batalla; pero de pues se di pu o pasar al

d partamento de

1 rcede , á cuyo punto fué el

eneral Mu–

niz

al una fu rza d

la d 1

ene ral

ledina.

En [ r

d

e habia he-