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te al Gobierno, el modo como algunos oficiales de
la República deshonran
los galones que tienen, para bochorno de. los que los llevan con todó el ho–
nor, con que h an sido adquiridos .
• El domin go 5 del corriente á
Ja noche se
bailab a una hija d e
la que
firma paseando con otras señoritas,
todas vecinas respetables de esta villa, en
la calle R eal, cuando pasando por el lado de ellas las oficiales Filomena San.
tos y un tal Ruiz, las atropell aron del. modo mas brutal, y dirigiéndose el pri·
mero á mi hija y dándole u na bofetada
con toda
su
fuerza, le arrancó del
cuello una cinta celeste que llevaba, tratándola con torpes palabras, y sacandó
en seguida la espada para h erirla, lo que no consiguió por h aber logrado escapar
con las otras señoritas.
>
Todo esto señor Director,
ha sido
h echo sin mediar nada que pudiese
autorizar (¿y qué podría autorizarlo?) á los dichos oficiales á usar de un modo
grosero é in digno de todo h ombre de h onor, y ello h a s ido presenciado por
varios vecinos de la villa, los que pueden .atestiguar el h echo que dejo refe·
rido y que espero de su bondad h aga conocer.
• Queda de Vd. afma. S. S .
Rosa L inares.
»
«
Paysandú, Febrero 3 de 1870.
>
S eiior · Comandante D . Issac T ezanos.
• Estimado amigo:
>
Recien h oy tengo el gusto de poderle
escribir estensamente deseándole
mil felicidades, como á la demas parte de la sociedad .
»
H oy h e llegado á este punto, mandado como tu te supondras, por el ami·
go y jefe don Gregario, á entenderme con
el General B orges y recibir de él
las infanterías, bagajes y demás que baya pertenecido á las fuerzas de su mando.
• Borges se h a portado con la mayor
amabilidad, no obstante que decían
'algunos que no babia de entregar nada á nadie.
• En el acto de recibir la nota del General en J efe, y
h
carta particular del
Coron~l
Castro, ordenó á Zambrana delante de mi que me hiciera la entrega
de los batallones
e
1º
de Cazadores • y
•General Batlle>,
la Artillería, Parque,
caballadas y la division Paysandú, poniendo todo á mís órdenes. Ya ves, pues,
h ermano, que andamos bien y con suerte.
»
H oy Je escribo
al General Castro esto mismo, mañana le mandaré un
Estado General de todo cuanto reciba.
• Ahora me remontaré á la region Salteña, ya que en la Sanducera no hay
mas n ovedad . El amigo D. H ipólito Coronado, por su cue nta y riesgo mandó
el batallan •Santa Rosa> á que atacara á Curuzú Cuatiá (territorio correntino)
y el resultado de
la operacion fué deshacer el batallan con pérdida de mu–
chos muertos
y
prisioneros; entre los primeros se cuenta el
sin igual Mayor