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" A vosotros, los mas numerosos colonos estrangeros, á vosotros, los mas
apasionados espectadores en esta contienda, á vosotros, los mas amenazados en
vuestros intereses materiales, toca dar
el
último golpe al bamboleante gobier–
no de una parte de Montevideo. La linea de• defensa amenaza propiedades que
casi todas son vuestras.
" Un hecho de armas
inminente puede poner en peligro vuestras vidas
y las de vuestras familias. Pertinaz en presencia de un ejército compuesto
de casi todo el elemento nacional del país, un círculo de especuladores quiere
resistir
á
una fuerza diez veces superior
á
la
suya-¿Qué
importa á todos
esos ambiciosos que vuestras casas, vuestras quintas, vuestras chacras, sufran
con la presencia del beligerante?
" Ellos quieren, contra la voluntad universal, poner á contribucion vuestras
fortunas, sacrificar la riqueza de la N acion.
'' Sacudid ese yugo, contribuyendo con la generosa mision de pacificadores, á
que se abran las puertas de la ciudad
á los que conducen la prosperidad, el
trabajo y la riqueza.
Timoteo Aparicio."
Dias 4
y
5-Las guerrillas continúan en toda la línea sin otra
novedad que algunos muertos y heridos.
En la fortaleza del Cerro hay gran alarma porque una
partida de la revolucion penetró á la Villa á sacar algunos ca–
ballos, retirándos e aunque guerrillándose, hasta el arroyo Pan–
tanoso. El jefe de la fortaleza envia al gobierno este parte.
•
Fortaleza del Cerro.
•
Excmo. señor Mi'nistro de Gue1·ra y Marina, Coronel
;n.
Trifon
Ordoñ~z .
• Señor Ministro: Participo
á
V. E. que el ejército enemigo permanece siem–
pre en sus mismas posiciones,
teniendo en observacion de esta fortaleza, una
fuerza como de roo hombres, la cual se halla situada en la quinta de Sartori,
y con lo que domina el camino y puente del Pantanoso.
»
Ayer temprano, nuestras partidas
descubridoras
guerrillaron
al
enemigo
obligándole á emprender su fuga precipitada y á repasar el
arroyo Pantanoso
á gran galope.
• Mas tarde intentaron de nuevo vadear el puente de dicho arroyo, pero una
vez mas fueron contenidos por algunos certeros
disparos de cañon, y de una
fuerte guerrilla de infanteria que hice desplegar acto continuo.
• El espíritu que anima
á
la guarnicion de la fortaleza es excelente, permi–
tiéndome recomendar á la consideracion de V. E. el valor y la actividad que
han empleado para llenar las exigencias del servicio, los Capitanes Montiel y
Corpi.
»
Dios guarde á V. E. muchos años.
José Mendoza.
«
Cerro, Nbre. 5 de 1870.