REVOLUCIÓN DE INGLATERRA.
75
del Gobierno, babia consentido en servir de agente en
dos condados . Fué primero
á
Surrey, donde pronto se
tonvenció de que nada podía hacer(!); de aquí partió
á
1
orfo lk. y regresó para informar al Rey que de se–
senta caballeros de nota empleados en aquella g ran
provincia, sólo seis le habían dejado entrever la es–
peranza de que sostendríari. la. política de la Corte (2).
El Duque de Beaufort, cuya autoridad se extendía
obre cuatro condados de Inglaterra y sobre todo el
principado d Gales, se presentó en Wbi tehall
á
dar–
noticias no menos tristes (3). Rochester era lord Lu–
garteniente del Herefordshire. Todo su pequeño cau–
dal de virtud se había gastado en la lucha que sos–
tuvo contra la terrible tentación de vender su religión
por mero lucro. Aun le unia
á
la Corte una pensión
de cuatro mil libras anuales, en cambio de la cua1
estaba pronto
á
ejecutar cualquier servicio, por ilegal
ó degradante que pareciese,
á
excepción tan sólo de
reconciliarse solemn emente con la Iglesia de Roma.
Habíase puesto con gran diligencia
á
cumplir en
u condado las órdenes del Rey, mostrándose como
iempre animado de indiscreto celo y violencia. Pero
su enojo hubo de ceder ante los obstinados
squires.
con quienes ahora tenia que entenderse. Respondié–
ronle
á
una voz que no enviarían al Parlamento nin–
gún representante que votase por la supresión de las
alvaguardins de la rel igión protestante (4). Ig·ual res–
puesta recibió el Canciller en el Buckinghamshire (5).
(!)
Citters, noviembre 22
1
dic).embre 2), 1681.
(2) Ibíd., diciembre 27 ¡enero 6) 1681-88.
(3)
ldGm, ibíd.
(4) Por dos veces alude Johnstone al enojo de Rochester en esta.
ocasión. Noviembre 25 y diciembre 8, 1687. Citters menciona su
derrota, diciembre
G
(16).
(5) Citters, diciembre 6 (16), 1681.