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LORD J\1ACAULAY
pintura, escultura, arquitectura y declamación de
que podía envanecerse la corte. En las cuestiones.
de arte sus fallos se consideraban en todos los cafés.
como incontestables, y varias veces sucedió que una
buena comedia silbada en el estreno, por tener el
apoyo de su sola autoridad, y contra los clamores de
toda la sala, había sido aplaudida en la segunda re–
presentación . Elogial)an su gusto delicado en la com–
posición francesa Saint-Evremond y La
Fontaine~
Nunca hablan tenido las letras in g lesas protector más
espléndido: Su generosidad se extendia con igual li–
beralidad y criterio, sin limitarse
á
nin guna secta ó
fracción . Hombres de genio, apartados por envidia.
literaria ó por diferencia de opiniones políticas, con–
cuerdan en reconocer la imparcial benevol encia de
Dorset. Dryden declaró haberse salvado de la ruina
merced
á
la g·enerosidad, dig·na de un príncipe, que
encontró en Dorset; Montague y Prior,
q~e
habían
perseguido
á
Dryden con sus ingeniosas sátiras, de ·
bieron
á
Dorset el ingreso en la vida pública; y la.
mejor comedia de ,:,hadwell, enemigo mortal de Dry–
den, fué escrita en la quinta de Dorset. El magnífico.
Conde hubiera podido, si tal fuera su deseo, haber–
rivalizado con los mismos á quienes se complacía en
proteger, pues
los
versos que compuso en distintas
ocasiones, á pesar de estar hechos sin estudio , dan
muestra de un ingenio que, asiduamente
cultivaao ~
hubiera producido algo g rande. En el pequeño vo–
lumen de sus obras se hallarán canciones que osten–
tan el inquieto vigor de Sucklin, y breves sátiras.
donde resplandece ingenio tan brillante como en las.
de Butler
(1).
(ll Pepys.
Di ario;
Prior,
Dedi cator ia ele
sus
poemas at Duque·
de
Do'r&et;
Johnson,
Vi da ele Dorset;
Dryden,
Ensayo sobre ta sti-