REVOLUCIÓN DE INGLATERRA.
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cerque de cualquier manera resultasen los amigos
del Rey
l e~·alm ente
elegidos. A todos los emplea–
dos, desde el más alto al más bajo, se daría á en:.
tender que
si
deseaban continuar en sus puestos de-.
bíau, en la ocasión presente, sostener al 1'rono con su
voto
é
influencia. La comisióú eclesiástica, en tanto ,
tend rí a la vista fija en el clero. Los distritos que
1
recientemente habían sido reorganizados para ser-
vir nna: votación, podían serlo de nuevo, á fiu de
contribuir al triU1:1fo de otra. Por tales medios espe–
raba el Rey obtener mayoría en la Cámara de los Co–
munes. La de los Lores quedaría entonces á su mer–
ced.. La ley le autorizaba categóricamente
á
crear el
número de lores que fuese de su agrado , y estaba re–
suelto á sacar todo el partido posible de tal privilegio.
No deseaba ciertamente, como ningún Soberano pue–
de desea rlo, desprestigiar totalmente el más alto ho–
nor que puede confei·ir la Corona. Alimentaba la es-·
peranza que al elevar algunos herederos p1·esuntos de
los lores
á
la Alta Cámara, en que al fin habían de
entarse, y que al conferir títulos ingleses á alg·unos.
Pares de Irlanda y Escocia, podría asegurarse una
mayoría, sin ennoblecerá gente nueva en tan gran
número que ll cg·ase n
á
poner en ridículo á la Corona
y
el manto de lord. Pero no había extremidad á que
no se hallase dispuesto
si
Jas circ.:unstancias llegaban·
á hacerl a necesaria.
na vez que en un gTupo nume–
ro o manife¡;taba alguno la opinión de que los lores se
negarían á trans'.gir,
«¡Qué tontería!»
exclamó Suuder–
(auc!, volviéndose á Churchill,
«vuesfJJ·o regimiento será
llamado
á
la Cámara de los loi·es
(1 ).
Re uelto, pues,
á
·reunir un Parlamento á su gus-
.(\) Lord Bradford, que se hallaba presente, se Jo refirió así
á. ·
Dartmoutb; nota en Buruet, r,
15~.