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LORD MACAULAY .
pobre, había estado siempre clíspuesto
á
arrostrar la
deshonra
y
el aborrecimiento público
á
cambio del
lucro y la ganancia. Pero ahora, gracias
á
la corrup–
ción y la violencia, había acumulado g randes rique–
zas y era mayor su deseo de disfrutarlas tranquila–
mente que de acrecentarlas. Su poco celo le valió una
dura reprimenda de labios del Monarca, y temeroso
de verse privado del gran sello, prometió obedecer en
cuanto se le ordenase, si bien Barillon, al referir
á
Luis XIV este suceso, hacía notar que el Rey de In–
g laterra apenas podría fiar e de ninguno que tuviese
algo que perder (1).
XXI V.
DETERMINA JACOBO HACER ELEGIR UN PARLAMENTO
ADICTO .
Esto no obstante, Jacobo resolvió continuar por
el
mismo camino. Era necesario al buen éxito de su
planes contar con la sanción de un Parlamento, y por
otra parte, era evidente la impos ibilidad de alcanzar
tal anción de un Parlamento libre y leg·al; pero tal
vez no fuese completamente imposibl e, valiéndose de
la corrupción, de las amE1-0azas, de actos violentos de
poder y de fraudulentas interpretaciones de Ja ley,
reunir una Asamblea, que se llamaría Parlamento, y
que al mismo tiempo estuviese dispuesta
á
sancionar
los edictos del Soberano. Para consegufr esto , era
preciso que los funcionarios encargados de verificar el
escrutinio
(returning of.ficers) ,
fueran dispuesto
á
ll a-
(1) • Barillon,
ag~sto
29 (seúembre 8), 1681.