REVOLUCIÓN DE 1 GLATERRA.
41
t ranqúila
y
concil iadora que hicie e alg una conce-
ión .
«lrfitores,
clijo:
me habéis despojado en este día de mi
hacie1ul(/, ,
y
yo protesto aquí contra vuestro proceder,·como
'ilegal, injusto y mtlo ,
y
apelo ante nuest1·o soberano se1'io1· el
Rey, en sus t1'ibwiales de
justicia."
Oyóse un g ran
murmullo de aprobación entr e todo.
los estudian–
te qu
llenaban la "ala. Lo
comisari0 montaron
eu cólera. Se ordenó detener
á
lo autore del des–
acato, pero no parecla ning uuo,
y
entonce
la ira
d
todo el tribunal descargó sobre Hough. "
No
espereis asustanios con eso , señoi· Houglt,
exclamaba
Jenner , jugando con el eqnívoco nombre del Rec–
tor (1) .
Yo so tendré la autoridad
d~
S.
JI.
mientras me
quede wi resto di: vida . Est,e escándalo lta sido producido
poi· 'IJ'ltestra po¡ndacltei·a JJrotest(i. Habéis alterado el orden
y
de
todo esto rlaréi
cue11ta ante et T1·ibu11 al del Banco del
Rey. Yo os emplazo, bajo ta multa de mil libras esterlinas ,
á
que os presenté1:s alli en la primera sesión. Veremos si el
vodc1· civil es bastante á dominai·o
;
y
i
a1m
eso no /1ie1·a
1t¡icicntc, también e empleará el poder 1nilitar."
Lo cie rto
qu Oxford . hallaba en un e .tado que llenaba de
inqui tu
tl á lo comi ario . laudó e a lo
oldado te–
n r a1·g
·n.daviado un corr o
á
Londr
para apre urar la lleg·ada
d nu va
tro¡ a . El orden,· in mbargo , no llegó
á
alt r ar
. El Obi po d Oxford fué ·tranquilamente
in tftlado por poder . , pero
á
la e remonia ólo a i -
tieron do profe or
tl
lliagtlalene Oollege. Pudo
r · por mu ha
eñale, lue el e p1ritu de r
i ten–
ia había undido
ntre el pueblo llano. El portero
d 1 ol gio a1·r
~ó
al uelo la
llaves. El mayordomo
u g·ó
á
bornr el norubr
de Hough del libro de
a to . ) fu
iumediatam nto d pedido . 1\o
e en-
1)
110119/1
suenn lo mi moque
ll n f{,
brnvear. - (r '. del T.)