34
LORD MACAULAY.
bien recibido por J acobo,
y
llegado el doming o, se le
permiti ó predicar. en el local del juego de pelota,
mientras Cartwrigh t hacía lo propio en Ja catedral ,
y
el Rey oía misa en un altnr que se habla erigido en la
sala del condado. Y aun se añade que S. M. se dig nó
prestar atenc(ón á lo qu!=J pasaba en el j uego de pe–
lota, escuchando con g rave compostura la melodi osa
elocueuci a de su amig·o
(1) .
El iracun do Tyrconnel habla cruzado el mar desde
Dublí n _para dar cuenta de su admini.stración. Todos
los católico de má
importancia le reci bieron co n
g ran fr ialdad, considerándole como enemigo de su
raza
y
escánd!llo de su rel igión. Pero en cambio fué
muy
bi.enrecibido po r su amo, el cual le despidió
aseguráudole no haber perdido un ápicr:: de su con–
fi anza
y
poder contar siempre con su firme apoyo .
Jacobo manifestó su contento al saber que antes de
mucho toda la máquina del Gobierno de Irl anda es ta–
ría eu manos de cató!icos. Los colo nos ir.iglcses ha–
bían sido despojados del poder político.
ólo faltaba
privarles de la hacienda, y este último ultraje se
aplazó tan sólo hasta contar seguramente,con la ayu–
da de un Parl amento irlandés (2).
testi moni.o de
erardo Croesc. •Etiam Quakeri Peonum non am–
plius, ut ante, ita amahant ac magnifaciehant, quidam aversa–
bantor ne fugiebant.>- /Jistoria
qua/ceriana,
lib. u, 1695.
(1) Cartwright,
Diario,
agosto 30, l681; Clnrkson,
Vida de G111i–
Uermo Penn.
(2)
Gaceta de Londres
de 5 de setiembre; illS.
de heridan;
Bllri–
llon, setiembre6 (16, l681. •Le Roi so n mnitre., dice Barillon,
'ª
temoigné une grande satisfnction des mesures qu'il o priscs, et a
autorisé ce qu'il a fait en faveur des Cotholiques.
11
les établit
daos les emplois et les charges, en sorte que l'autorité se trouvera
bientot entre leurs mains. II reste encore heaucoup de chosea a
faire on ce pays-la pour retirer le biens injustement
oté~
aux
CatholiqMs. Mais cela ne peut s'exécuter qu 'avec le temps, et
d<1~s
l'assemblée d'un parlement en l rland11 ,