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LORD l\IACAULAY.
Halifax, Danby
y
Notingbam, los jefes de todas la
fracciones del gran partido á que debia la corona.
Contentóse, pues, con ordenará Jeffroys el examen
del asunto, á fin de ver lo que se había de hacer. Ha–
blóse primero de un proceso en el que fallaría el Tri–
bunal del Banco del Rey. Anuncióse después que ·la
Comisión eclesiástica tomaría á su cargo resolver Ja
cuestión; pero estas amenazas no llegaron nunca
á.
cumplirse, y g i·adualmente se desvan ecieron (1).
Xlll.
VIAJE DEL REY.
Estaba ya muy· avanzado el verano, y el Rey deci–
dió hacer un viaje, el más largo y espléndido que se
hubiera visto desde bacía muchos años. ;El 16 de
agosto salió de Wíodsor, diri giéndose á Portsrnoutb.
Visitó las fortificaciones , hizo la imposición de manos
á
algunos escrofulosos, y embarcándose eµ uno de
sus yachts, continuó á Soutbampton. De aquí se en–
caminó á Batb, donde permaneció algunos días, de–
jando allí á Ja Reina. Al partir acornpañábanle el gran
Sheriff del condado de Somerset, y numeroso séquito
de caballeros que le escoltaron hasta la frori.tera del
condado, donde le esperaba el gran Sheriff de Glou–
cester con séquito no menos numeroso y lucido.
Pronto el Duque de Beaufort se incorporó
á
los coches
reales, conduciendo á la comitiva á Badminton, donde
se babia preparado un banquete dig no de la fama que
le había g ranjeado su esplendidez. Por la tarde, la.
(1)
A Relation o{ /he P roceedings at the Charterhouse,
1689.