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LORD MACAULAY.
XXII:
SATISFACCIÓN DE LAS POTENCIAS CATÓLICAS.- ESTADO DE
LA OPINIÓN EN FRANCIA.
Asi, pues, casi puede decirse que
~os
Príncipes de la
Casa de Austria y el Soberano Pontífice supieron con
satisfacción que el largo vasallaje de Inglaterra había
terminado. Cuando se supo en Madrid que Guillermo
estaba en vías de obtener triunfo completo, sólo una
voz se levantó, en el Consejo de Estado, para lamen–
tarse de que un suceso tan fausto desde el punto de
vista político, fuese perjudicial á los intereses de la
verdadera Ig·lesia (1). Pero la tolerante política del
Príncipe calmó pronto todos los escrúpulos, y su ele–
vación fué vista casi con ig ual alegría por los de–
votos g randes de España como por los whigs in -
gleses.
Muy dintinto fué el efecto producido en Francia
por la noticia de esta gran . revolución . Los políticos
de un reinado largo, glorioso
y"
fecundo en aconteci–
mientos, habían visto, en solo un día, confundidos to–
dos sus cálculos; Inglaterra volvía nuevamente
á
ser
(1) En UI (Zl) de.diciembre de 1668,
ti!
Almirante de Castilla
manifestaba s u opiaión en los términos siguientes: •Esta materia
es de calidad que no puede dejar
d~
padecer nuestra sagrada re–
ligión ó el
s~rvicio
de V.M.; porque, si el Príncipe de Orang e
tiene buenos sucesos, nos aseguraremos de F ranceses, pero peli–
g rará la religlón.. Mostróse el Qonsejo muy complacido al recibir. .
en 16 (26) de febrero, una carta del Príncipe en la cual prometía,
•que los Catól'.cos que se portasen con prudencia no serían moles–
tados y gozarían libertad de r.oncieucia, por ser contra su dicta–
men el forzar ni castigar por esta razón
á
nadie..