REVOLUCIÓN DE INGLATERRA.
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.-con justo de&precio, hacía aguardar en vano
á
la
puerta de su cámara, esperando inútilmente conse–
-guir audiencia
(1).
El
lunes,
17
de diciembre, todos los Lores residentes
en Windsor fueron citatlos
á
solemne cohsulta en el
-castillo. El asunto que se iba á discutir era lo que
había de hacerse del Rey. Guillermo no juzgó conve–
niente asistirá la discu::;ión . Se retiró, y Halifax
fué
llamado á la presidencia. En un punto convinieron
todos los Lores. El Rey no podía continuar donde se
11allaba. Que un Principe se fortificase en Whitehall,
y
otro en Saint James; que hubiese dos g·uarniciones
hostiles en un área de cien acres, era, en opinión de
.todos, inadmisible . Semejante arreglo no podría me–
.nos de producil' sospechas, insultos y di -ensiones que
necesariamente acabarían en sangre. Así, pues. juz–
.garon oportuno los Lores que Jacobo fuese enviudo
,fuera de Londres. Propúsose como retiro más ade–
cuado al Monarca, Ja quinta de Ham, edificada y
decorada por Lauderdal e, á orillas del Táme is, con
el producto de los de pojos de Escocia y los donativos
de Francia, y Ja cual era entonces mirada como Ja
más espléndida y lujosa quinta de toda Inglaterra.
Una vez conformes los Lores en esto, solicitaron del
.Príncipe que se presenta e de nuevo. Halifax Je co–
municó Ja decisión de la asamblea, que
Guiller~o
-escuchó y aprobó. Redactóse un breve mensaje para
.el Rey .
«¿A quié1i,
dijo Guillermo,
enca1'!Jaremos que lo
Jteve?-¿No debe ser entregado,
preg\lntó Ralifax,
poi· uno
.de los ojicialesde V. A.?-Perdonad, Milord,
contestó el
Principe;
pe1·0 se en·via por consejo de vuestras sefiorlas,
y
por
ta11t-0
u110 de vosob·os debe encargarse
de
llevarlo.»
Y
en-
(l) Mulgrave,
Resella de la Reuotuc·i6n; Diario de Clarendo1h
dic.16,l~.