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LORD MACAULAY.
XI.
CONSULTA DE WINDSOR.
Mientras se hallaba en este estado de vacilación, su
futura suerte era objeto de graves deliberaciones en
Windsor. La corte de Guillermo rebosaba ahora de
hombres eminentes de todos los partidos. Habíansele
unido casi todos los jefes de la insurrección del Norte.
Muchos Lores que durante la anarquía de la semana
anterior habian formado
~arte
del Gobierno provisio·
nal, tan pronto regresó el Rey, salieron do Londres,
encaminándose al cuartel general holandés. Figu–
raba entre éstos Halifax. Habiale acogido Guillermo
con gran satisfacción, mas no había podido menos de
sonreír
burlonamenh~
al ·ver al ingenioso y entendido
político que babia aspirado á ser árbitro de tau gran
contienda, obligado á abandonar su misión concilia–
dora y á
form.aren las filas de los combatientes. Entre
los que
en estaocasión acuC:ieron á Windsor, hallá–
banse algunos que habían comprado el favor de Ja–
eobo con servicios ignominiosos y que ahora se mos–
traban impacientes de expiar el crimen de haber
ivendido á su patria, ·haciendo traición
á
su amo. De
esta laya era Titus, quien juntamente habia formado
parte del Consejo y había trabajado por hacer una
liga entre puritanos y jesuitas contra la Constitución.
·Tal era también Williams, que por interés babia pasa–
.do de las tilas de la demagogia
á
ser campeón de la
prerrogativa real, y el cual estaba ahora dispuesto
á
:una segunda apostasía. A tales hombres, el Príncipe,