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.300
LORD MACAULAY.
rangn
y
los elegantes pasaban algunas horas diaria–
mente en Westminster-Hall,
á
la manera que
hoy
lo
hacen en los clubs de Pall Mall
y
en
aint-James–
Street. 'ada más fácil, para los Lore que allí acudían,
que reunirse aparte en cualquier cámara vecina y
.celebrar una conferencia. Pero surg·ieron dificultades
inesperad.as.Ha\jfax se mostró primero frío y luégo_
hostil
al
proyecto. Era, por su carácter , aficionado
á
poner objeciones á todo ,
y
en esta ocasión aguzaba
su natural sagacidad la enemistad personal. El pro–
yecto que había aprobado mientras le miraba como
s uyo, empezó á disgu tarle no bien advirtió que tam–
bién pertenecía á Rochester, el cual por tanto tiempo
le había hecho la g uerra, suplantándole al fin, y á
quien él aborrecía cuanto su
carácte~
iudíferente le
permitía aborrecerá cualquiera. Ejercía Halifax por
.este tiempo g ran influencia sobre
1
ottingham. Ambos
declararon que no pondrían sus nombres en Ja solici–
tud si Rochester la firmaba. En vano fu eron todas las
s úplicas de Olarendon.
"?Yo t1·ato de ojendei·
tí
inilord Ro–
cl1ester,
dij o Ha,Jifax;
11e1·0 Ita sido individuo de la Comisión
eclesiástica; los actos de aquel t?'ibunal deben ser ?mty pr01ito
sometidos á muy seria injont:ación,
y
no es 1J?'OJJio que quie?i
Ita formado pa?'te de aquel t1·ilmnal tenga particivación en lo
.que noso!A·os liagamos.»
'otting·ham, en medío de Ja ·
mayores protestas de estimación personal á Roches–
ter, manifestó idéntica opinión. La autoridad de los
dos Lores disidentes impidió que algunos otros no–
bles firmasen lá solicitud; pero los Hydes y los Obis–
pos insistieron. Diez y nueve nombres firmaron la
solicitud, y los peticionarios, reunidos en corpora–
ción , se presentaron al Rey (1).
Recibió la petición de mal talante. Ciert0 que les
'
(1)
Diario de Olarendon,
desda el 8 al 17 de noviembre de 1688.